En un fútbol sin goles Vinicius sería el rey
Por Estefanía Ramos
Si Mendy fue el protagonista del Madrid en Bérgamo forzando la expulsión de Freuler y anotando el único gol del encuentro, ayer ese papel lo asumió Vinicius pero con matices. El brasileño es capaz de hacer lo mejor y lo peor en 90 minutos. Zidane supo leer el partido y ante una defensa como la del Atalanta había que meter velocidad y Vini cumplió su papel. Fue la chispa del Real Madrid, el jugador que estiró al equipo, el que creaba superioridad cada vez que cogía el balón, el agitador del encuentro y el más desequilibrante. Con Vinicius en el campo siempre puede pasar algo, a él le hicieron el penalti que dio lugar al 2-0 y cuando encaraba el área rival era sinónimo de peligro, siempre que no sea él quien tire a puerta.
Si este deporte no consistiera en marcar goles, el joven brasileño se codearía con los grandes cracks mundiales pero no es así. El gol es su punto débil, ese que intenta mejorar desde que aterrizó en el Bernabéu y que saca de quicio a todos los madridistas y a veces incluso hasta a su propio entrenador. Vinicius es muy bueno con el balón en los pies, tiene regate algo que se echa en falta, pero de cara a la portería se le hace de noche. Vinicius se fue ante el Atalanta con su cuenta a cero y no será por falta de ocasiones. Los goles que falla son increíbles, de esos que miras al que tiene al lado para comprobar que ha visto lo mismo que tú. Y cuanto antes se asuma que Vinicius no tiene el don del gol, mejor para todos. También para él que se quitará una gran presión.
Su juego es una auténtica lotería y puedes con fiar en él para desbaratar cualquier defensa, para conducir una contra y para sortear rivales por el campo, pero para hacer gol tiene que ser otro quien la empuje. En cualquier caso y siendo conocedores de sus defectos, ayer a Vini se le vio contento. Zidane le ha dado confianza y eso se reflejó sobre el terreno de juego. El brasileño volvió a encarar, a regatear y eso es lo que necesita el Madrid, un jugador diferente, un jugador como él. Vinicius le devolvió a Zidane esa confianza que había depositado en él y demostró en un partido importante que con se arruga ante las adversidades y con él se puede ir hasta el fin del mundo, excepto a la portería contraria. Un gol hubiera redondeado su actuación pero esa función ya que la asuma otro.
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