El Sevilla está de dulce, pero tiene mucho que pulir

El Sevilla triunfa en Europa y resurge en España
El Sevilla triunfa en Europa y resurge en España / CRISTINA QUICLER/Getty Images
facebooktwitterreddit

El conjunto hispalense certificó, con su victoria sobre la bocina en Krasnodar, su pase a los octavos de final de la Champions League, lo que les descarta directamente de la lucha por una nueva Europa League para alegría del resto de participantes. El Sevilla comparte liderato del grupo con el Chelsea y se jugará con ellos la primera plaza en estas dos jornadas con el objetivo de evitar a algún que otro "coco" en el sorteo de la eliminatoria.

Lopetegui y sus pupilos arrancaron la temporada con dos triunfos después de rozar la machada ante el Bayern de Múnich en la Supercopa de Europa, y todo hacía indicar que este curso podría ser incluso mejor que el anterior. Sin embargo, con la llegada de la Champions League, la situación en LaLiga se complicó y dejó a entrever las costuras de un equipo que sufrió para compaginar la exigencia de ambas competiciones.

Los andaluces enlazaron dos empates y dos derrotas de manera consecutiva, se repusieron con el triunfo ante el Stade Rennais en Europa, pero volvieron a sembrar dudas con su derrota en Bilbao. Sin embargo, el triunfo en la ida frente al Krasnodar parece haber supuesto un punto de inflexión para el Sevilla, que, con parón internacional de por medio, acumula ahora una racha de cuatro victorias seguidas entre Liga y Champions.

Además de haberse colado entre los 16 mejores clubes del continente, los del Sánchez-Pizjuán han escalado hasta la séptima plaza en la tabla liguera. Una posición un tanto irreal teniendo en cuenta que ha disputado tan solo ocho encuentros, o lo que es lo mismo, uno o dos menos que la mayoría de sus rivales en esa zona noble de la clasificación. Si bien es cierto que son duelos que hay que jugar y ganar, la posición real del Sevilla podría situarles en la lucha por el cuarto puesto.

No obstante, pese a esa meritoria serie de triunfos, Lopetegui y los suyos no deben relajarse ni lo más mínimo. Los resultados positivos son una realidad, pero las sensaciones no son las mejores y están lejos de asemejarse al dominio que demostraron la pasada campaña. El Sevilla no está siendo capaz de imponer su ritmo de juego, lo que les está perjudicando sobre todo en defensa, donde solo Jules Koundé y Jesús Navas están rayando al nivel de hace un año.

El técnico vasco sigue buscando la manera de compensar la salida de un futbolista capital como era Éver Banega tanto con Ivan Rakitic, que poco a poco comienza a carburar, como con otro esquema como el 3-5-2, que permite a los suyos atacar mejor, pero genera cierto descontrol en la retaguardia. La zaga ayer se mostró más lenta, Ocampos como carrilero no ofrece todas las prestaciones que el equipo precisa en ataque y las lesiones en la banda derecha dejan un hueco importante que cubrir.

Mientras tanto en la delantera sigue faltando ese goleador nato que pueda convertir la gran cantidad de ocasiones que produce el Sevilla en goles. Ayer los hispalenses registraron 22 remates, ocho de ellos a puerta, y tan solo dos golees. El primero de esos tantos llegó con un disparo desde la frontal, algo que está planteando bien Lopetegui ante la falta de rematadores, y el segundo gracias a la perseverancia de un futbolista como Munir, que merece más minutos a tenor de su rendimiento.

En resumen, el Sevilla atraviesa un momento dulce en lo que a resultados se refiere y puede probar cosas nuevas en estos dos últimos partidos de la fase de grupos de la Champions League, pero no deben dejar de buscar una mejoría que les acerque a su mejor versión. Los de Lopetegui ganan, pero no convencen, y eso puede llevarles a ganar partidos en LaLiga, pero difícilmente les servirá para llegar lejos en Europa.