El Real Madrid, de nuevo en el camino a la decimocuarta

En tan solo noventa minutos, el Real Madrid ha pasado de jugar una final anticipada contra el Borussia Mönchengladbach, buscando el pase a los octavos de final, a situarse en una posición cómoda de cara al resto de la competición. De jugar en el grupo más complicado de la fase de grupos a enfrentarse a los, teóricamente, rivales más accesibles en octavos de final.

Indudablemente, la fortuna ha colocado de nuevo al Real Madrid en el camino de ganar la decimocuarta Copa de Europa. No obstante, no hay que olvidar que esta es la competición fetiche del club blanco, ahí donde más se crecen. Lo hicieron contra el Inter de Milán en San Siro y volvieron a repetirlo ayer después de complicarse la vida en Ucrania. Es en los momentos límites cuando este equipo más crece y mejor juega.

No se puede negar que hubo cierto pesimismo con la clasificación. No hay regularidad en el juego y hay demasiada dependencia respecto de ciertos jugadores. La derrota contra el Shakhtar en Kiev supuso un jarro de agua fría y la mera posibilidad de no pasar de ronda por primera vez desde que está presente el vigente formato asustaba. Por supuesto, la Europa League no era un consuelo.

Afortunadamente, el equipo reaccionó. Ahora en adelante, restan siete partidos hasta la conclusión del campeonato. Siete finales más bien, eso sí, con el mencionado beneficio de no tener que jugar los octavos contra uno de los 'cocos' de la competición. A cualquier equipo hay que respetarlo, pero siempre será mejor contra Lazio o Atalanta antes que Bayern, Liverpool o Manchester City. Aunque conociendo la historia de este equipo, de poco importa el rival si salen a competir, y más en su casa, la Champions League.

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