EL ESPECTÁCULO NO SE ACABA | Volvió el mejor Messi, hace doblete y vuelve a anotar de falta
Demasiado había llovido desde que Leo marcó su último tanto de falta directa. No lo hacía desde el 16 de Julio frente a Osasuna en el Camp Nou. 71 disparos consecutivos a balón parado sin ver puerta eran difícilmente justificables, más si cabe en un futbolista de su talla, esa talla al alcance de absolutamente nadie. Por fin ayer en el nuevo los Cármenes consiguió volver a anotar de falta con un disparo casi raso que pasó rozando el poste. Definición gráfica de lo que es un tiro imparable.
Los dos goles de ayer le sitúan por fin como pichichi en solitario de la competición. Un año más. El mal momento del Barça en el inicio de campaña no era más que un reflejo de la complicada situación personal que al argentino le había tocado vivir en el último mes: la humillante eliminación en Champions, unida con la negativa del club a autorizar su traspaso y la vergonzosa marcha de uno de sus mejores amigos (Luis Suárez) prácticamente gratis a un equipo rival. Ahora Messi vuelve a sonreír y el equipo sonríe con él, como si se tratase de un titiretero que mueve a su antojo el estado de forma de todo el equipo.
Consagración de la relación con Koeman
El cambio de ayer en el ecuador de la segunda mitad es sin duda alguna una muestra de que la relación del argentino y el holandés está en su punto más álgido. Messi, pese a su timidez, suele ser incapaz de ocultar las sensaciones en su rostro, y en el partido de ayer vimos a Leo sonreír como antaño abrazado a Griezmann, Pedri o Jordi Alba.
En su última entrevista dejó muy claro que la decisión sobre su continuidad la tomará una vez haya finalizado la temporada, pero este es el camino a seguir para convencerle. Un fútbol vistoso que acompañe a sus genialidades.