El cambio de 180 grados en Chivas desde la llegada de Vucetich
Por Carlos Alberto Pérez García
Midas fue un rey alrededor del año 700 AC que, de acuerdo a la mitología griega, todo lo que sus dedos alcanzaban a tocar, automáticamente se convertían en oro. Según Aristóteles, aquel monarca murió de hambre debido a su extraña habilidad. Casi 3 mil años después, en el siglo XXI existe un hombre que está empecinado en asumir el rol de aquel personaje mitológico: Víctor Manuel Vucetich.
Claramente es una exageración y no es un superhéroe ni una persona capaz de hacer milagros, pero es un hecho que 'Vuce' es apodado como el Rey Midas del fútbol mexicano porque donde sea que se pare, un trabajo decente termina haciendo.
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A Vucetich dale un once competitivo y lo hace campeón, dale un once para descender y los mantiene en primera, dale un once para calificar a liguilla y los mete a una final. La capacidad de este entrenador ya torna tintes milagrosos por la constancia de sus resultados, algo que ahora está plasmando en Chivas.
El Guadalajara empezó el Guard1anes 2020 acorde a sus últimos torneos: peleando la parte baja de la tabla, sin calificar y dando más penas que alegrías, hasta que finalmente llegó un hombre de experiencia y garantías necesarias para un club urgido de buenos resultados y que acababa de recibir una inversión cercana a los 40 millones de dólares.
'Vuce' tenía algo de materia prima con la cual trabajar, pero también un desastre al interior del vestidor, sin disciplina, lagunas tácticas y un mar de inconsistencias en los entrenamientos que se terminaban reflejando en los resultados.
Asumió el mando en la fecha cinco del torneo y comenzó una veloz reestructura interna que poco a poco le fue cambiando la idea futbolística al rebaño, pero sobre todo que modificó el carácter para afrontar cualquier tipo de situación. Dominó un sistema defensivo y atacó de acuerdo a sus posibilidades, razón por la cual está disputando las semifinales del torneo con una derrota en los últimos 10 partidos.
El cambio de cara no solo es notable, sino que incluso es radical, ya que este equipo se siente capaz de pelear con cualquiera que se ponga enfrente, con mucha disciplina, atrevimiento y confianza, elementos que ayudan en la conformación de un plantel ganador y que confirman la extraordinaria mano que ha puesto Vucetich en este equipo, algo que ningún otro estratega había podido hacer en el último par de años.
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