El Bayern de Múnich da una lección de campeón al Atlético de Madrid
¿Puedes caer goleado en un partido y terminar con buenas sensaciones? Perdonen la desfachatez de empezar un artículo con una pregunta, debe ir contra cientos de miles de códigos éticos periodísticos, pero es necesario tras el partido de hoy. El Bayern de Múnich no ha marcado ni uno ni dos goles, sino que le ha endosado cuatro tantos al Atlético de Madrid. Sin embargo, los colchoneros no han sido humillados, tan solo han recibido una lección de cómo ser campeón de Europa.
El Atlético de Madrid ha de estar contento por haber competido contra el Bayern de Múnich. Visto el nivel mostrado hoy por los bávaros, pocos clubes en Europa son capaces de ello. Han caído goleados, pero han tenido oportunidades y no han sido arrollados por su rival. El Bayern ganó porque es superior en todo, simple. Los germanos corren más, pelean más, muestran más intensidad, tienen más calidad, más desborde, más olfato goleador… pero no solo que el Atleti, sino de toda Europa.
El primer tanto llegó tras un pase cruzado espectacular de Kimmich que cayó a los pies de Coman para que el francés marcara a placer. Trippier podría haber estado más atento a su espalda, pero tampoco hubiera llegado a interceptarlo.
El segundo tanto llega tras una pérdida de Herrera, sí, pero tampoco se puede culpar al mexicano. La reacción de los alemanes fue rapidísima. Robo, carrera hacia delante. Manada germánica invade el área. Basculación hacia la derecha para enviar el esférico a la izquierda, cuando el Atleti cerraba filas en torno al punto de penalti. Goretzka recibe solo y fusila.
El tercer gol merece un artículo aparte. Puede que el Atlético de Madrid cometiera un error posicional y debiera haber dejado a alguien al rebote, pero Tolisso realizó una barbaridad. Trallazo impecable e imparable desde fuera del área a la escuadra.
El cuarto no debería ni contar. Si el gol de Tolisso merece un capítulo aparte, el de Coman un libro entero. El francés, héroe de la final de Champions League, se mueve con tranquilidad dentro del área, recorta a un lado y al otro, deja a Felipe en el camino y define con sangre fría y calidad.
Así se ha sellado la victoria del Bayern de Múnich. Un partido en el que los pusieron en aprietos, pero en el que se impusieron porque son el campeón de Europa. La competición acaba de empezar y ya parece que nadie será capaz de parar a los muniquenses.