El Bayer Múnich fue de nuevo un equipo imparable ante el Olympique de Lyon

Pool/Getty Images
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Nuevo partido del Bayern Múnich y nueva exhibición del equipo alemán. Después de la goleada de escándalo el viernes ante el Barcelona en cuartos de final (2-8) siguió con el acelerador apretado ante un Lyon al que robó las ilusiones ya desde el principio (3-0). Sí que es verdad que, como ante los catalanes, la defensa adelantada estuvo a punto de costarle un disgusto tempranero, pero el Olympique perdonó y a la media hora ya ganaba 2-0 merced a un doblete de Gnabry

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En la primera parte, los de Flick ya habían generado 12 ocasiones de gol. El marcador, a pesar de la buena ventaja alemana, era bastante corto. Lewandowski volvió a estar fallón pero daba igual. Gnabry fue un torbellino por la banda derecha, mientras las incursiones de Davies hacían muchísimo daño por la izquierda.

Asimismo, Muller era un dolor de muelas moviéndose entre líneas, Thiago llevaba la iniciativa en el centro del campo y toda la defensa estaba muy segura. En la segunda mitad, los alemanes levantaron el pie del acelerador y el Lyon incluso tuvo ocasiones, pero Ekambi no tuvo su día. Al final Lewandowski no faltó a su cita con el gol y puso el 3-0 definitivo para sumar ya 15 en esta Champions.

El Bayern lo que sigue demostrando es que es un rodillo. Hace un fútbol total, en el que ataca con casi 8 jugadores, y tiene un repliegue defensivo rapídisimo. El equipo es muy solidario, la segunda línea es muy ofensiva y si a Thiago le dejan pensar puede hacer estragos en la defensa. Además de eso, ver que desde el banquillo empiezan a salir jugadores de la talla de Coutinho, Coman, Pavard o Süle impone mucho más aún

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Si lo hubiera necesitado, hoy habría podido ganar por más goles. Es verdad que los ataques rápidos del Lyon le causaron cierta inquietud, pero no llegaron a poner en peligro el resultado. Los de Flick siguieron con la tónica de toda la temporada y golearon también a los galos. Ahora el Paris Saint Germain los espera en una final apasionante, en la que por supuesto los alemanes son los grandes favoritos.