El Barcelona ya no juega por el amor a ganar, lo ha invadido el temor a perder

Barcelona v Bayern Munich - UEFA Champions League Quarter Final
Barcelona v Bayern Munich - UEFA Champions League Quarter Final / Pool/Getty Images
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Impotencia, preocupación, vergüenza y enojo. Como hincha del FC Barcelona esas son las cuatro emociones que definen mi estado de ánimo después de ver a mi equipo ser vapuleado, humillado y paseado en el campo de fútbol en un partido en el que no metieron ni las manos.

Como dijo Gerrard Piqué, no es la primera, ni la segunda, ni la tercera vez que nos pasa esto y la afición ya está cansada de solapar a jugadores que se sienten intocables, que prometen y no cumplen y que sobre todas las cosas, no salen a dar la cara ante la derrota.

"Jugando así no vamos a ganar la Champions"

Lionel Messi, al final de LaLiga.

Como aficionado soy realista y, aunque tenía la esperanza de que el Barça ganara contra el Bayern, me quedaba claro que estábamos lejos de ser favoritos y que la derrota era una gran probabilidad. Pero hay maneras de perder, perder luchando, con dignidad, compitiendo y sobre todo con la cabeza en alto.

Por segunda vez en mi vida terminé dolido (por no decir ofendido) después de un partido de fútbol. Y sí, podemos culpar a la directiva, al entrenador, el nivel del equipo rival y a mil cosas más, pero en una derrota tan estrepitosa, una que va a ser recordada en la posteridad, los mayores responsables van a ser siempre los jugadores, quienes salieron a la cancha sin una pizca de corazón, sin amor propio y sin determinación.

"Jugar por el amor a ganar y no por el temor a perder"

Juan Carlos Osorio

El Barcelona perdió toda el hambre que alguna vez tuvo, todo el amor a ganar, todo su instinto competitivo y se quedó con los fantasmas del pasado: Liverpool, Roma y Turín. Esto se puede ver desde su partido contra el Nápoles, donde salieron al segundo tiempo con el discurso de: "Estamos dos goles arriba, no seamos pelotudos". Si eso no es terror a perder, no sé lo que sí es.

Una semana después, el equipo fue vapuleado y desmoralizado por un equipo que sabe perfectamente lo que es el amor a ganar, que no se sintió satisfecho con cuatro, ni cinco, ni siete goles y disfrutó cada segundo de nuestra agonía, sin piedad, sin pena, solo hambre de anotar más y más goles, un hambre y un amor al juego, que el Barça solía tener.

Barcelona v Bayern Munich - UEFA Champions League Quarter Final
Barcelona v Bayern Munich - UEFA Champions League Quarter Final / Pool/Getty Images

Ahora, solo queda que la plantilla completa, encabezada por el capitán, siga el ejemplo de Piqué, De Jong y Ter Stegen y salga a dar la cara, ser valientes y reconocer el error, pues ese es el primer paso para levantarse.