El Barcelona recupera el espíritu ofensivo

Segundo partido en esta Liga del FC Barcelona y segunda alegría que se llevan los barcelonistas gracias a Ansu Fati. Su partido no fue tan excelso como el del Villarreal pero un gol suyo sirvió para abrir el marcador y señalarle el camino a su equipo para llevarse la victoria. El Barcelona controló el encuentro sin dar muestras de debilidad y eso que al filo del descanso se quedaron con uno menos por la expulsión de Lenglet.

Pero este Barça no se arruga ante los acontecimientos adversos, ni siquiera ante la lluvia que no dejó de caer durante los 90 minutos, y jugaron mejor con un hombre menos que cuando estaban los 11 sobre el terreno de juego. Mala noticia para el expulsado y para Antoine Griezmann, el sacrificado para dar entrada a Araujo. Y es que el ex del Atlético de Madrid sigue en su mundo gris con actuaciones tan discretas que son impropias de él y de un jugador del Barcelona. Griezmann sigue sin encontrar su sitio y el que lo ha hecho, al menos en este partido, es Coutinho. El brasileño se siente cómodo con este rol de mediapunta que le ha asignado Koeman y junto con Ansu Fati fue de lo mejor del Barcelona, incluso se le vio más que a Leo Messi. Aunque ya sabemos que al argentino no le hace falta aparecer mucho para decidir un partido: un gol con ayuda de Olaza y dos grandes jugadas que acabaron en los goles de Ansu y Sergi Roberto.

Dos partidos es muy poco tiempo para sacar conclusiones pero la mano de Ronald Koeman se empieza a notar en este Barça y ya va perfilando el que será su once de gala durante la temporada. Y como el año anterior, la mejor noticia en este arranque de Liga es Ansu Fati. Después del verano tan agitado que se ha vivido en el Camp Nou los barcelonistas pueden respirar gracias a este joven jugador que ha irrumpido para quedarse. Y al momento dulce de Ansu hay que sumarle a Leo Messi. La messidependencia de la pasada temporada parece que ya es historia y al propio jugador argentino se le ve más relajado sobre el terreno de juego pero con las mismas ansias de victoria que el primer día. Lo colectivo empieza a primar sobre las individualidades, aunque irremediablemente unos brillen más que otros. Y el espíritu ofensivo ha vuelto a renacer, ya no se ven jugadores con los brazos caídos, ahora no se conforman con dos goles y buscan el tercero hasta que lo encuentran.

Son poquitas cosas las que ha cambiado este Barça pero suficientes para mejorar lo que ya había. El equipo ha encontrado la senda correcta y es de esperar que con el paso de los partidos el equipo esté más suelto, los jugadores más enchufados y dominen los partidos aún con más claridad. Este Barça tiene buena pinta, se ve el trabajo conjunto, y necesita seguir en esta línea. Como decimos, dos partidos es muy poco tiempo para sacar conclusiones y todo se puede torcer en un minuto, pero los barcelonistas tienen motivos para ilusionarse con este equipo. Por lo menos ahora disfrutan viendo jugar a su equipo y los sufrimientos han quedado al margen.

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