El Barcelona debe vender a Dembélé antes de que sea demasiado tarde
Por Estefanía Ramos
El tiempo de Ousmane Dembélé en el FC Barcelona ha llegado a su fin. La cuenta atrás para encontrarle un nuevo destino al francés ha comenzado, y es que el jugadorse ha covnertido en un dolor de cabeza en Can Barça. Su aventura como azulgrana desde que aterrizó en 2017 ha sido decepcionante, en tres temporadas no hemos visto ni rastro del Dembélé que tocó techo en Dortmund y ahora mismo más que una solución para el equipo es un problema para el club. Toda paciencia tiene un límite y el extremo galo ya ha consumido la del barcelonismo.
Las decisiones apresuradas no le han salido bien al Barcelona y Dembélé es la prueba. Tras gastarse 138 millones en el jugador, el francés no sólo no ha justificado esa cantidad sino que es una máquina de perder dinero. Dembélé se ha ido devaluando a cada temporada que pasa y a este ritmo el Barça no logrará amortizar su inversión a corto plazo, al revés, conseguirán que su precio siga cayendo. Pero la solución no está tan lejos para el Barcelona. El Manchester United ha aparecido casi de la nada para quitarle al Barça un problema y si los diablos rojos se ofrecen para llevarse al jugador, Bartomeu no debería tendría que dudar ni un minuto y debería prepararle las maletas rumbo a Old Trafford. De la misma forma que un jugador no puede desaprovechar la oportunidad de fichar por un club como el Barcelona, ahora es el propio Barça el que no puede dejar escapar el tren del United. Quizá esta sea su única oportunidad de vender al jugador antes de dejarle escapar gratis dentro de dos años, lo que supondría una catástrofe aún mayor.
Dembélé no ha logrado adaptarse al Barcelona y viendo su actitud y el poco interés que muestra no parece que vaya a lograrlo. El francés simplemente está ocupando una ficha y en el Barcelona no iba a disfrutar de los minutos que necesita para sentirse futbolista, o lo que es peor le iba a quitar minutos a los jóvenes canteranos que vienen pisando fuerte. Y a nivel económico no sólo se desharían de un jugador que les hace perder dinero sino también de su elevado salario. Si el futbolista galo sale del Barça las ventajas para el club serían mayores que si se queda.
Lo único que le queda al Barcelona por hacer con Dembélé es agradecerle los servicios prestados en estos tres años y desearle buena suerte en su próxima aventura lejos del Camp Nou. En el Manchester United volverá a sentirse futbolista, el Barcelona no es su lugar.
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