El Barcelona debe ceder a Ansu Fati al Borussia Dortmund
¿Alguna vez has visto una estrella fugaz? Yo sí. Miré al cielo, y de repente vi un halo de luz que se movió de un lugar a otro. No era una teoría conspiratoria, tampoco un marciano, mucho menos ET soñando con volver a su casa; era una estrella que se había movido. Tal como la vi, brilló y desapareció. Se quedó en mi mente, pero desapareció de mi vida. Sin embargo, las otras estrellas, siguen protegiendo cada noche mis insomnios y mis lunas. Son continuas. Tal vez, para poder brillar, lo más importante sea la continuidad.
Esta temporada, en Primera División, ha habido una estrella que ha brillado y que ha intentado permanecer en un tono llameante y no convertirse en otra estrella fugaz, una más entre las miles que nos sorprenden cada jornada. Sin embargo, pese al entusiasmo del Camp Nou, poco a poco su luz ha ido apagándose. Ha dejado de participar en el equipo y no ha tenido continuidad. Esa estrella es Ansu Fati y todavía no se ha apagado, pero necesita algo para volver a brillar.
Si el Barcelona decide que quiere monopolizar su brillo, tan solo conseguirá apagarlo, como el de tantos otros. El extremo se acostumbrará a la comodidad de la butaca y el banquillo, correr la línea de banda y volver enfadado a su casa. Es un muy buen futbolista, pero ni tan siquiera es mayor de edad y no parece que sea suficiente para discutir la posición a Griezmann, Dembélé o al mismísimo Lionel Messi. Ante esto, si los culés quieren verle madurar, lo mejor es una cesión.
El Borussia Dortmund ha preguntado por su situación como los hospitales alemanes por enfermeros y científicos españoles. Desde la crisis de 2008 son muchos los que prueban suerte en las tierras germánicas. Pues, con crisis del coronavirus y de juego en el Camp Nou, tal vez le toque a Ansu Fati seguir ese camino, aunque con billete de vuelta. El Borussia se antoja la mejor experiencia para crecer, obtener continuidad y regresar al Barcelona siendo una de las estrellas que más brille en el firmamento para forman parte de la constelación culé. La elástica amarilla para la continuidad de la estrella que debe brillar.