El Barcelona de Messi, como los Chicago Bulls de Michael Jordan en el fútbol

El deporte está marcado por sus grandes protagonistas, aquellos que revolucionan la forma de entender el juego y que además le añaden diversión, calidad y simpleza. Una combinación que sólo los grandes equipos logran agrupar, pues hacen ver lo extraordinario como un acto sencillo, sin perder la magia de su disciplina.

Lo que hizo Michael Jordan hace 30 años con los Chicago Bulls fue reinventar el básquetbol como el mundo lo conocía. Levantó un equipo de las cenizas y lo convirtió en la mejor franquicia de la NBA, pero su legado se extendió fuera de las canchas, pues además de conseguir 6 anillos, puso a Nike como la marca líder mundial.

Jordan es uno de los fenómenos deportivos más espectaculares que el planeta tierra ha visto, tanto que compararlo con cualquier otro atleta resulta en una conversación fuera de lugar; pero en este mundo, las comparaciones son el motor de la competencia y de la superación.

En el básquetbol, los Warriors de Stephen Curry intentaron acercarse a lo que hicieron los Bulls en los 90, pero equipararlos genera un descontento muy grande entre la afición. Ahora en el juego de pies, ¿es posible compararlo con algún equipo de fútbol?

Como la máxima leyenda del baloncesto, Jordan tiene que recordar a las grandes figuras del fútbol mundial: Pelé, Di Stéfano, Maradona, Cruyff, Messi, Ronaldo... Todos personajes históricos del deporte más popular del mundo, pero ¿cuántos formaron un equipo de época arrancando de cero?

'El Diego' puso al Napoli en el mapa y lo puso a competir en Italia, pero su figura destacó muy por encima del resto, mientras que el equipo se limitó a sus funciones acostumbradas; Pelé se limitó a formar un equipo ganador, pero a nivel selección, gracias a los jugadores que su todo país produce diariamente; Di Stefano hizo algo tan parecido que requiere verdaderos historiadores para diferenciarlo con Jordan. 5 Copas de Europa consecutivas y 8 ligas de España con el Real Madrid hablan por sí solas, pero 80 años de diferencia con la actualidad hace que se relacione más a los Boston Celtics de los 60'.

Johan Cruyff no se puede quedar atrás en esta comparación, pues convirtió al Ajax en un gigante del Viejo Continente con tres Copas de Europa consecutivas, además de sus 8 campeonatos holandeses con Rinus Míchels fungiendo como lo que iba a ser Phil Jackson con los Bulls. Una analogía adecuada a lo que representó Jordan, pero Cruyff se queda a años luz de la presencia que tuvo el basquetbolista estadounidense.

Finalmente, en la época reciente gozamos de un privilegio, que es ver a dos bestias compitiendo en el máximo nivel de fútbol nunca antes visto: Cristiano Ronaldo y Lionel Messi. El primero como un trotamundos conquistando la tierra donde se pare, y el segundo como sedentario romántico, pero con una peligrosidad letal. Ambos mucho más grandes que el resto en relevancia internacional, pero ¿dentro de la cancha cómo se encuentran?

Ronaldo ha ganado cinco Champions League, pero todas las ha conseguido con equipos hechos para levantarla, aunque sin el astro portugués, la copa probablemente se hubiera quedado con el rival. Ronaldo se encarga de hacer mejores a sus compañeros, pero por encima de él no existe absolutamente nadie más y la humildad no forma parte de su léxico, además de que no resurgió a ningún equipo de las cenizas.

En este punto vemos que es muy complicado hallar un símil de los Bulls de Jordan en el fútbol, pues su legado y éxitos simplemente no son comparables, mucho menos la personalidad de MJ y el valor humano que impregnó durante su carrera; sin embargo, puede que exista un hombre de 1,70 metros capaz de competirle al gigante 1,98 metros: Leo Messi.

Messi debutó con el Barcelona el 16 de octubre de 2004, a 20 años del debut de Jordan, cuando el Barça tenía 16 ligas de España, a 13 del Real Madrid; con una Champions en el palmarés, por 9 del Real Madrid y con el objetivo de clasificar a puesto europeos, en lugar de pelear palmo a palmo por los títulos.

Cuando apareció Messi, el fútbol en Catalunya empezó a cambiar y bajo el cobijo de Ronaldinho el Barcelona comenzó la evolucionar en un equipo top de Europa. A casi 16 años de su debut con el Barça, Messi le cambió la cara completamente a su club y le agregó 4 Champions a su palmarés; además de conseguir 10 ligas en este mismo lapso.

Messi no sólo le entregó títulos al Barcelona, sino que lo colocó como uno de los mejores equipos del fútbol europeo y acrecentó la historia de un equipo necesitado de trofeos e ídolos. Así nació el arraigo de este personaje a la ciudad y al club, pero esta comparación no tendría sentido si no existe un equipo que marcó época, y Messi también lo tiene.

Aquellos cuatro años de Pep Guardiola dirigiendo al Barcelona en la evolución del Dream Team fueron la marca que necesitaba Messi para ser considerado como uno de los atletas más grandes en la historia del deporte.

Jordan y sus Bulls no hubieran conseguido los 6 anillos sin Scottie Pippen como su brazo derecho y Phil Jackson como entrenador, o sin Steve Kerr y Ron Harper en la alineación titular del equipo. De la misma forma, Messi no hubiera conseguido gran parte de su legado si su entrenador no hubiera sido Joseph Guardiola y en su equipo no hubieran estado Andrés Iniesta y Xavi Hernández.

Ese tridente fue la clave para que el Barça consiguiera dos tripletes, el primero en el 2009 y el segundo en el 2015. Seis años en los que Messi y compañía dominaron España, pero que vio en especial aquel 2009, cuando pasaban a la historia por ser el primer equipo en lograr un sextete. Absolutamente toda competencia que jugaron, lo ganaron.

Si hay un equipo de fútbol que se puede comparar a los Bulls de Jordan, ese debe ser el Barcelona de Messi, pues la historia del club cambió a raíz de su llegada, conformó un equipo de época y con base en títulos, exhibiciones y récords, se convirtió en el mejor jugador en la historia del fútbol, el único con seis Balones de Oro en su closet, así como los anillos de Jordan.

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