El Barcelona arriesga mucho con la venta de Semedo al Wolverhampton

Etsuo Hara/Getty Images
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Esta mañana se ha hecho oficial: Nelson Semedo abandona la disciplina del Barcelona después de 3 años para fichar por el Wolverhampton de Nuno. El portugués deja el club azulgrana tras dar un buen rendimiento en esta etapa y llenando con 35 millones de euros las arcas de la entidad, una cantidad nada despreciable teniendo en cuenta el delicado momento económico por el que atraviesa.

Si bien es cierto que gracias a esta venta el Barcelona sigue acelerando una 'Operación Salida' que hasta hace 3 días parecía estancada, también lo es que Semedo no debía haber sido de los elegidos para abandonar el barco. Era el mejor lateral derecho que tenía en la plantilla, por delante de Sergi Roberto (que es lateral reconvertido) y de Wagué, quien por cierto, también se marchó esta semana al PAOK Salónica

Soccrates Images/Getty Images

Ahora mismo, esa posición en la plantilla está coja, y el Barcelona debe concentrar sus esfuerzos en encontrar un recambio de garantías para el portugués. Teniendo en cuenta lo que le cuesta a la entidad azulgrana cerrar fichajes, no parece la mejor situación. Todo hacía indicar que el elegido era Sergiño Dest, muy del gusto de Koeman, pero en las últimas horas el Bayern ha tomado la delantera para hacerse con el joven de 19 años del Ajax

Si al final no pueden traer al estadounidense se barajan otras opciones, como la de Aarons, lateral derecho de 20 años del Norwich, o Emerson, cedido por los catalanes en el Betis. No obstante, no será sencillo encontrar un relevo que esté a la altura de Semedo en su etapa como azulgrana. Un jugador muy ofensivo, ideal para un equipo grande que ataca la mayor parte del tiempo, y que además con su despliegue físico llega bien a la hora de defender.

Da la sensación clara de que en este caso en el Barcelona ha primado lo económico a lo deportivo, aunque eso nos lo dirá el tiempo. Tiempo que corre en contra del club para encontrar un jugador que ocupe el hueco dejado por el portugués. Ahora el Barcelona jugará un poco a la lotería