El Barça necesita la permanencia de Dembélé
Muchos son los rumores que constantemente rodean al joven francés. Su conocida mala suerte con las lesiones, su indisciplina en ciertos momentos de su paso por Barcelona y la enorme millonada que el club desembolsó para traerle, han supuesto un importante escollo que Dembelé no ha sabido sortear. Todo el mundo es consciente de que la paciencia a veces se agota y hay gotas que terminan por rebosar vasos pero lo que esta temporada está haciendo Ousmane, sobre todo en ausencia de Messi, está a la altura de muy pocos, y la situación del club no es propicia para arriesgarse a una venta y traer a otro joven inadaptado.
Desde que se recuperó de su última lesión, Dembelé está siendo protagonista en todos los partidos. Su capacidad para el desborde es propia de top mundial, y su visión de juego realmente no se queda atrás. El problema viene a la hora de tomar la decisión; cuándo sacar el centro o cuándo recortar, cuándo chutar o cuándo abrir a banda... el francés, como muchos otros jugadores de circo, adictos a los malabares, falla en el momento más importante, el momento decisivo.
A diferencia de otras habilidades o virtudes, la toma de decisiones es modificable. El entrenamiento y el estudio de tu propio juego pueden llevarte a comprender mejor lo que sucede a tu alrededor y el por qué de la importancia de dar en el clavo.
A lo largo de la presente temporada hemos conocido dos versiones de Ousmane Dembelé: el habilidoso regateador que se complementa cada vez más con Messi y Pedri y el jugador con galones y ambición que se echa el equipo a la espalda en ausencia del astro argentino. Tanto uno como otro suelen estar en boca de todos una vez finaliza el partido.
¿Es su última oportunidad? Seguramente si. El concepto de oportunidad es abstracto, pero lo que sí es seguro es que esta temporada es su última bala. Que no se encasquille la pistola. Es ahora o nunca.