De Willian José a delantero de la Sub23 ¿Confianza o último recurso en Cruz Azul?

Cuando presentaron a Joaquín Moreno como director técnico definitivo de la Máquina Celeste de la Cruz Azul, después de agradecer a la directiva por la confianza brindada y de asegurar que aprovecharía al máximo esta oportunidad, se puso a hablar de fútbol y declaró lo siguiente:

"Es una necesidad que llegue un delantero. Está Diber Cambindo y si no, echaremos mano de un jugador de la Sub-23, esperemos que llegue ese delantero"

- Joaquín Moreno.

Se hablaba de que el fichaje hispano brasileño Willian José aún no se caía del todo. ¿Que Betis de Sevilla aún contaba con él? Sí. ¿Que el chileno Pellegrini ni siquiera estaba enterado de que los cementeros estuvieran interesados en su jugador? También. Pero la chance estaba activa... o eso se decía.

Sin embargo, pronto la posibilidad se esfumó, y Cruz Azul tuvo que voltear hacia otra parte. El nombre de Michael Santos, en ese momento jugador de Talleres de Córdoba, en Argentina, sonó como una de las posibilidades para el ataque celeste. No obstante, la opción A del futbolista siempre fue Bravos de Ciudad Juárez, donde Andrés Fassi (presidente de Talleres) funge como asesor, por lo que el fichaje acabó en la frontera y no en la capital.

Y mientras todo esto sucedía, Augusto Lotti concretaba su pase al Lanús de Argentina. Por lo que Joaquín Moreno y su cuerpo técnico debieron recurrir al plan B: tomar a un chico de la cantera y subirlo al primer equipo.

Las opciones eran: Maximiliano Reyes, Armando Maya y Bryan Gamboa. Siendo este último el elegido para comandar el ataque de los cruz azulinos, ante la incredulidad, y, ¿por qué no decirlo? molestia por de los aficionados de la Máquina, que no tienen nada en contra del chico, pero que definitivamente no están de acuerdo con que una posición tan importante como lo es la delantera acabe en manos de un jugador sin experiencia todavía en el máximo circuito.