Dalila Ippólito: "No veo la hora de poder vestir la camiseta de la selección argentina de nuevo"

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En 2020, Dalila Ippólito se convirtió en la primera futbolista argentina en jugar en la Juventus, equipo de la Serie A de Italia. Y no sólo eso, sino que además, ganó su primer scudetto.

Un año antes, la nacida en el barrio porteño de Lugano, y con tan solo 17 años, ya había debutado en un Mundial. En aquel partido contra Escocia en Francia 2019, la joven mediocampista se convirtió en la pieza clave de la remontada histórica que terminó con un empate 3 a 3. Ese fue para ella un punto de inflexión en su carrera. Una trayectoria que, antes de llegar al fútbol europeo, incluyó pasos por el club Jóvenes Deportistas de Lugano, River Plate y UAI Urquiza. 

Ahora, Dalila fue cedida a préstamo al Pomigliano, equipo recién ascendido a la primera división italiana, para poder ganar minutos en cancha.  Desde Nápoles, donde ahora vive, la futbolista argentina habló con 90min sobre su momento actual, su llegada a Italia, su paso por la Juventus, sus compañeras y referentes en el fútbol europeo, su crecimiento futbolístico y sus desafíos dentro del campo de juego. Además, analizó el cambio en el cuerpo técnico de la selección nacional argentina y contó cuáles son sus sueños y planes a futuro. 

En la primera fecha del torneo italiano, te toca jugar contra tus ex compañeras. ¿Cómo fue el pase de la Juventus al Pomigliano? 

Mi idea de salir de la Juventus este año fue sólo para sumar experiencia, minutos dentro del campo y poder jugar, tener partidos oficiales, que creo que me va a ayudar mucho a mi crecimiento personal, tanto personalmente como en lo futbolístico, que es fundamental.

Cuando buscábamos clubes, el Pomigliano se mostró muy interesado, y sabiendo que viene de ascender también apunta a grandes cosas. Trajeron muy buenas jugadoras, con experiencia, y eso ayudó un poco también a mi decisión y estoy contenta.

El objetivo del club hoy es apuntar a la permanencia, no es fácil permanecer en la serie A porque este año descienden tres y es una competición muy peleada que en la que no se sabe lo que pasa hasta el final.

Martina Rosucci, Barbara Bonansea, Sara Gama
Martina Rosucci, Barbara Bonansea and Sara Gama of Juventus... / Pacific Press/Getty Images


Fuiste la primera jugadora argentina en la Juventus. ¿Qué sensaciones tuviste cuando te pusiste esa camiseta?

Fueron muchas y es difícil de poner en palabras. Fue una sensación única, repasé la experiencia, los años de trabajo, la familia que estuvo aguantando todo el tiempo. Siempre soñé en jugar en Europa, pero nunca lo imaginé en un club tan grande como lo es la Juventus. Fue como todo sorpresa, todo muy rápido, pero puedo asegurar que también lo disfruté mucho. 

En este primer año ganaste dos títulos. Salieron campeonas en la Supercopa de Italia y ganaron el Scudetto. ¿Qué te pasó cuando levantaron la copa de la Serie A italiana?

Fue muy lindo ese momento porque la verdad que es un grupo fantástico, unido dentro de lo que es el club. Luchamos todas por el mismo objetivo que fue lo que se cumplió: querían ganar ese cuarto Scudetto. Significaba mucho para ellas y más para las que estuvieron los cuatro años. Creo que la unión fue clave, porque  a pesar de que muchas son jugadoras de alto nivel, todas éramos iguales, y eso fue lo que nos hizo llegar a la cima.

A pesar de no jugar, yo siempre me sentí parte de parte del grupo. Ellas me hicieron sentir así también, y eso fue muy importante, porque a veces es difícil sentirse parte sin sumar minutos y jugar, pero los disfruté mucho. Obviamente también tuvo mucho que ver Rita Guarino, la técnica. Para ella eran todos partidos finales. 

¿Cuáles fueron las mayores dificultades que tal vez tuviste en esta primera etapa en la Juventus? ¿Y cuáles los aprendizajes?

Yo creo que América está dos o tres pasos atrás de lo que es Europa. Creo que eso fue una de las cosas que más me costó en cuanto al nivel futbolístico. Fue muy diferente desde el primer día que llegué al club. La estructura era nueva para mí. Fue un golpe sorpresivo en el sentido de que era aprender todo. Fue como empezar de cero. También sabiendo que estaba jugando con futbolistas top mundiales, que tienen experiencias mundialistas. Y obviamente mi corta edad se notaba en el campo, se notaba en el juego, en la velocidad de pensar y demás.

En esta primera etapa fue todo aprendizaje con la Juventus. Fue pasar de menor a mayor. Mi segundo año en Italia es muy diferente, lo estoy disfrutando de otra manera. Ya me animo mucho más a hablar futbolísticamente, dentro y fuera del campo. Obviamente también el aprender el idioma fue realmente importante. 

Y a nivel de juego individual, ¿cuáles sentís que fueron los cambios desde tu llegada a Italia?

Yo llegué desde Argentina donde siempre tenía la pelota en los pies, tenía tiempo para crear.  Y eso fue difícil acá porque el juego es muy rápido, muy dinámico, no podés pensar dos veces que te comen. Acá es tocar, pasar, pensar y analizar. Creo que esa fue una de las mayores dificultades técnicas en mi paso por la Juventus. En un año, mi juego cambió en el sentido de crecimiento.

Mencionaste antes a tus compañeras de distintas selecciones europeas, con experiencia mundialista, que integran la Juventus. ¿Tenés algunas nuevas referentes o alguna jugadora que mirás particularmente en Italia? 

Bárbara Bonansea me sorprendió muchísimo. Cuando llegué acá no tenía ni idea de su existencia. Es una jugadora que me dejó como muda, sin palabras, diciendo ‘no puede ser este tipo de jugadoras que existan’. Es de lo mejor que vi hasta hoy.  Es capaz de pasarse a las once y hacer el gol. A veces es un poco intermitente que se apaga, pero cuando se enciende fuiste, te gana el partido sola. Ojalá muchos tengan la oportunidad de conocerla ahora. Se van a enamorar de su fútbol, es totalmente distinto a lo que conocemos. 

En la habitación napolitana de la futbolista argentina, sobre la pared blanca, cuelga una camiseta negra con un 2 blanco en la espalda. Es la de Ludmila Martínez, jugadora de Platense y amiga de Dalila. La lleva siempre a donde vaya, y cada tanto, se la pone. A partir de esta edición del Torneo de Primera División del Fútbol en Argentina, Dalila podrá seguir los partidos de Ludmila, como los de los otros equipos, por streaming. 

¿Cómo tomaste la noticia de las transmisiones de todos los encuentros del campeonato argentino por los medios públicos?


Me pone muy feliz la noticia, de todo corazón por nosotras, por la que lucharon tanto tiempo, por las chiquitas que el día de mañana quieran jugar y podrán ser televisadas. Es un orgullo grande porque es una lucha que viene hace mucho tiempo, y creo que ahora es momento de ir para adelante y no dejar de crecer a  nivel futbolístico, a nivel de clubes y estructuras. De acá ya no se va para atrás y eso es lo que me pone más feliz. 

El reciente 21 de agosto se cumplieron 50 años de aquel triunfo de Argentina a Inglaterra por 4 a 1  en el Mundial de México 1971. Por primera vez se celebró a nivel nacional el Día de las Futbolistas en Argentina, ¿qué significa para vos esta fecha?

Es muy especial. Todo lo que pasamos nosotras es lucha, constantemente. Pasar barreras, tirarlas, conquistar espacios y seguir creciendo. Las generaciones de hoy les damos las gracias a las pioneras; ellas hicieron el camino y nosotras ponemos nuestro granito de arena. Es mucha lucha y se festeja. Es un día muy emocionante y para recordar también. 

A comienzos de mes, la Asociación de Fútbol Argentino anunció que Carlos Borrello dejaría de ser el director técnico de la selección femenina y que su lugar lo ocuparía entonces Germán Portanova. Vos fuiste dirigida por ambos, ¿cuál es tu reflexión en relación a  este cambio en el equipo nacional?

En lo personal estoy contenta por el cambio. Creo que cada cosa tiene un ciclo. Carlos, y todo su cuerpo técnico, venían ya de hacía muchos años. Y no porque lo hicieran mal, sino que hay muchas cosas que debían cambiar. Por mi experiencia con Germán, sé que es un gran técnico, es muy de táctica, explica mucho las situaciones de juego. Fue jugador y eso ayuda mucho en cuanto a la noción de juego. Además,  conoce a muchas jugadoras de selección, a las que juegan en Europa también y eso lo va a ayudar para transmitir confianza. Yo creo que la selección va a estar muy bien. Se vienen fechas FIFA y estoy segura que las vamos a enfrentar de la mejor manera. 

¿Cuáles son tus expectativas con la selección nacional?

Estoy muy ansiosa. Ojalá me toque volver a estar en la selección. No veo la hora. Estoy trabajando para eso, obviamente. La selección es lo más grande a lo que aspira una jugadora de fútbol. 

Ahora estás en Nápoles, pero, en Lugano, la cancha de Club Jóvenes Deportistas lleva tu nombre. ¿Cómo tomaste esa noticia?

Fue un momento muy emocionante. Cuando me enteré, pensé: ‘No puede ser’. Sentí  cosquillas en la panza. En esa cancha pasé muchos momentos inolvidables que hasta el día de hoy me acuerdo. El club significa mucho para mí, me dio todo y estoy muy agradecida.  

Jugás desde chica al fútbol, jugaste en primera división en Argentina, jugaste un Mundial y ahora jugás en la Serie A italiana. ¿Cuáles son tus sueños futbolísticos? 

Sueños tengo muchos, sueño todos los días, pero el más cercano ahora es hacer lo mejor en este torneo con el Pomigliano, poder rendir en la Juventus, jugar de titular y ganarme el puesto.  Consagrarme con algunos títulos sería un sueño muy lindo y un orgullo muy grande para mí y para toda mi familia porque es un club muy grande, Me gustan mucho los desafíos, eso me motiva día a día. Y después, no veo la hora de poder vestir la camiseta de la selección argentina de nuevo.