Cracks del Real Madrid y del Barcelona que fueron vendidos contra su voluntad
Por Daniel Szwarc
Su intención no era abandonar el club, pero sus entrenadores o dirigentes no pensaban de la misma manera y se tuvieron que adaptar a las circunstancias.
1. Keylor Navas (Real Madrid)
Si a Keylor le daban a elegir, él nunca hubiera abandonado el club donde brilló como nunca en su carrera y con el cual alzó 3 Champions Leagues. Sin embargo, con Courtois en el plantel la dirigencia del Real Madrid consideró que sobraba en el platel y lo vendió al PSG en el inicio de la temporada 2019/20.
2. Ronaldinho (Barcelona)
Después de alcanzar la mejor versión de su carrera, un Ronaldinho en declive tuvo que dejar el Barcelona por decisión ajena. Pep Guardiola quería armar un equipo nuevo y no lo imaginaba con el crack brasileño como eje. Así fue como Dinho abandonó el conjunto culé para pasar al Milan por 25 millones de euros.
3. Ángel Di María (Real Madrid)
El Fideo venía de ser la gran figura del Real Madrid en la final de la Champions 2014 y había tenido una buena Copa del Mundo en Brasil. Sin embargo, con la llegada de James Rodríguez para la temporada 2014/15, no había lugar para tantas estrellas y el elegido para abandonar el barco por la dirigencia merengue fue el rosarino, mediante una carta que le enviaron a Brasil, donde estaba jugando el Mundial, y que rompió ya que le pareció de muy mal gusto. Manchester United le abrió las puertas y lo compró en 75 millones de euros.
4. Samuel Eto'o (Barcelona)
El camerunés era una de las figuras del Barca allá por el año 2009, pero con Guardiola no tenía una buena relación y tras la consagración en la Champions, Pep quería reemplazarlo por Ibrahimovic. Así fue como Eto'o se tuvo que ir al Inter en un intercambio que resultó nefasto para el conjunto culé.
5. Iker Casillas (Real Madrid)
Símbolo de la historia del Real Madrid, su rendimiento en el arco merengue comenzó a decaer a partir de toda la polémica con Mourinho. Tanto para el portugués como para Ancelotti, Iker ya no era titular asegurado y algunos errores puntuales empezaron a marcar su adiós. Si hubiera sido por él, Casillas nunca se hubiera ido del Madrid, pero Florentino Pérez no pensó de la misma manera y no quiso renovar su contrato en 2015, año en que pasó sin cargo al Porto.