Chivas y sus desesperadas acciones para evitar ser un equipo del montón
Por Carlos Alberto Pérez García
El Club Deportivo Guadalajara es lo que es gracias a su incomparable afición. Una muy arraigada con su club, que se crece en los momentos importantes y que a pesar de no estar completa en los tiempos difíciles, hace que prevalezca un poco de la grandeza del equipo hoy en día.
Más allá de ese factor vital para la consolidación de una institución relevante en el fútbol mexicano, las Chivas continúan su incesante transformación a un club del montón, ese equipo donde prevalecen las excusas, sobresalen las noticias extra cancha y carece de éxito deportivo.
Desde la circunstancial pero exitosa gestión de Almeyda, el equipo se sumergió –nuevamente– en un hoyo de mediocridad absoluta, que ya empezaba a mostrar sus signos de realidad en los últimos meses de Matías y que simplemente no encuentra solución, por lo que el sistema de autodefensa entre aficionados y directivos salta a todo lo que da.
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La excusa de los 'jugamos con puros mexicanos' cansa y toma tintes patéticos. No es justo para la afición ni para la historia de este club que el primer reflejo para protegerse sea el excesivo precio que tiene el producto nacional o lo corto del plantel debido a esta situación. Chivas no debería tener ningún tipo excusa cuando pierde ni cuando gana, porque incluso en la victoria sacan pecho de la nacionalidad, como si los mexicanos no fueran igual de capaces.
Ahora Ricardo Peláez, en búsqueda de defender su triste paso como directivo del Guadalajara, aprovecha la inhabilitación a jugadores, los pactos con el vestuario y todo tipo de elementos para ayudar a dejar bien parado una institución que en lo deportivo sigue dando más penas que glorias.
La última petición de inhabilitación a Ignacio Rivero, jugador de Cruz Azul, por literalmente jugar fútbol, no hace más que sobajar el nombre de un club que solía regirse sin pretextos, con el escudo entre los dientes y portando el orgullo nacional por todo lo alto, algo que está a kilómetros de alcanzar hoy en día y que de no corregirse, seguirá su declive hacia un equipo intrascendente del fútbol mexicano.
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