Chivas ha olvidado su grandeza y requiere un cambio de dueño de manera urgente

El equipo de las Chivas del Guadalajara se encuentra sumergido en un abismo. En cada partido los aficionados esperan que se vea al menos una mejora, sin embargo, quedan decepcionados al ver que es todo lo contrario.

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Es increíble como siguen sin poder ganar en seis fechas del presente torneo, sumando sólo 5 puntos producto de 5 empates. Asimismo, es impresionante ver cómo sólo han podido anotar 3 goles en lo que va del certamen, siendo uno de los peores equipos en cuanto a anotaciones a favor se refiere.

Cada ocho días se ve a un equipo desangelado y sin pizca de idea futbolística. Pero eso sí, lo que no puede faltar es el glamour entre sus jugadores. Hombres que se las dan de estrellas internacionales y que sólo buscan portar el peinado, el tatuaje, la ropa o el auto que está de moda para poder lucir bien.

Siendo sinceros, también los directivos y altos mandos tienen responsabilidad en el pésimo momento del equipo. Desde que Amaury Vergara tomó las riendas del chiverío todo se fue abajo. Consintió de sobremanera a Michel Leaño que mostró no estar al nivel para dirigir al club, aunque si duró en el banquillo fue gracias al dueño de la institución.

Por otro lado, en Chivas no hay líderes y desde hace tiempo carecen de uno. Ni antes de su lesión Jesús Molina pudo demostrar ese temple de capitán que arengue a un jugador a salir de su zona de confort. De Brizuela y Alexis Vega mejor ni hablamos. Ellos mientras cobren y uno tenga asegurado su lugar en Qatar se dan por bien servidos.

'No hay peor ciego que aquél que no quiere ver', esta es una de las máximas más usadas y que aplica para el caso de Alexis Vega. Desde que el futbolista renovó contrato con un alto salario mensual, se tiró a la hamaca y su nivel de juego se redujo considerablemente. Tan es así que ya se le ve pasado de peso y con inercia dentro del terreno de juego, y por tal motivo sólo lleva un gol en el semestre.

De igual forma, es de risa ver cómo un futbolista que rara vez juega y que es suplente, se va expulsado. Caso concreto el de Antonio Briseño, quien grita y llora de emoción por ganar una barrida, pero que no tiene el carácter necesario para saber controlar su ira y dar de qué hablar por broncas y temas extra cancha que por futbol. ¿A este jugador quién le pone un alto? Tal parece que nadie.

Si Amaury Vergara no vende al equipo y si no se va Peláez, podrían contratar al jugador que usted guste y mande, pero el equipo seguirá siendo exactamente el mismo. La única salvación de Chivas es que un empresario responsable y apasionado por el futbol llegue para adquirir al club y regresarle esa grandeza que no se ve desde hace más de 8 años. ¡Una tristeza lo de Chivas!