Chau, Pavón: Boca Juniors no necesita un jugador sin ganas y que será suplente de Villa
Por Franco Formoso
Cristian Pavón es el único refuerzo de Boca, pero rápidamente se tiene que ir. Volvió del préstamo en la MLS y parece que no tiene ganas de estar en el club. Ante esta situación, el Consejo de Fútbol debe ser categórico y enviarlo a otro destino.
Se fue en silencio. Volvió de la misma forma. Si es que volvió, claro. Porque Cristian Pavón recién se presentó en las últimas horas a los entrenamientos de Boca Juniors tras esperarlo desde el 1 de enero. Cualquier futbolero se da cuenta de que un futbolista que acciona de este modo no tiene ganas de estar en la institución azul y oro.
Es allí donde debemos darnos cuenta y analizar la situación: ¿para qué querría Boca un futbolista desganado, sin la más mínima muestra de voluntad, y que encima sería suplente de Sebastián Villa o Eduardo Salvio? Claro está que no es prioridad para Miguel Ángel Russo, quien tiene su once inicial completamente delineado.
Ya antes de irse a Los Ángeles Galaxy, Pavón disminuyó su nivel y ya no era el que supo ser al inicio de su carrera. Su velocidad y sus disparos certeros al arco fueron cambiados por el desgano y por remates y centros sin puntería que tenían como destino a las nubes mismas. Se fue, hizo la diferencia en la MLS y ahora regresó sin voluntad de volver.
Los Ángeles Galaxy no hizo uso de la opción de compra de Pavón, lo cual fue una daga para un futbolista ofensivo que había encontrado su hábitat en un club que le dio tranquilidad. Recordemos que el cordobés fue una de las caras visibles de la derrota de Boca en Madrid, ante River y por la final de la Copa Libertadores.
Pocos futbolistas de aquella camada han quedado. Y los pocos que están son quienes tienen la espalda necesaria para soportar las pálidas y revertir la situación. Pasó con Carlos Tevez, por ejemplo, quien resurgió de las cenizas para dirigir a Boca hacia un nuevo título local y a las semifinales de la actual Copa Libertadores.
¿Y Pavón? Al parecer, las cenizas taparon su fuego sagrado y el mismo ya no está. No al menos en Brandsen 805, dirección en la que se encuentra ubicada la cancha de Boca: el mítico estadio Alberto Jacinto Armando, en La Boca. Según parece, éste no volverá a ser testigo de la velocidad de este delantero en su verde césped.