¿CÓMO LLEGA? | El Atlético de Madrid está lanzado y pone rumbo a la Champions League
Todo cambió en marzo. Una pandemia arrasó con el mundo entero, frenó todos los deportes, todas las actividades, absolutamente todo… pero no pudo con la euforia rojiblanca. Mientras unos discutían sobre qué y cómo hacer, otros reían y se abrazaban, en Londres y en Madrid, por los goles de Marcos Llorente y Álvaro Morata. El Atlético de Madrid había eliminado en la prórroga al Liverpool, el actual campeón de Europa. Los reds parecían imbatibles, pero la intensidad de Simeone pudo con ellos en Anfield. Desde entonces, todo va viento en popa a toda vela.
Los colchoneros, con diez caños por banda, hacen homenaje a José Espronceda y su ‘Canción del pirata’ en cada partido desde entonces. Desde que volaron con el velero bergantín y conquistaron Liverpool, los rojiblancos han completado un gran final de temporada y se han clasificado holgadamente como terceros. Recordemos que, antes del parón, los del Manzanares incluso sufrían por mantener la posición de Europa League. Sin embargo, la intensidad Simeone y la bravura del equipo ha terminado por hacerles temido en todo mar conocido de uno al otro confín.
Ahora, con la competición terminada, la luna en el mar riela, en la lona gime el viento, y alza en blanco movimiento olas de rojo, blanco y azul. Y allí, el capitán Simeone, canta alegre en la popa, Asia a un lado, al otro Europa, pero no mira a Estambul, sino a Leipzig. El club de las bebidas energéticas es su próximo objetivo, el siguiente terreno a conquistar. Además, los germanos están sin su gran estrella, Werner.
Así, el técnico confía en que su velero navegue sin temor, pues ni enemigo navío, ni tormenta, ni bonanza, su rumbo a torcer alcanza ni a sujetar su valor. Ya muchas presas han hecho al despecho del inglés de Liverpool y ahora buscarán rendir a los alemanes a sus pies. Tras ellos, será el turno de franceses o italianos.
El Atlético de Madrid del Cholo, que hace no demasiado tiempo parecía sentenciado a muerte y ahora ríe, no le abandone la suerte y a los mismos que le condenan colgarán de alguna antena, quizá en el propio Metropolitano, cuando avasallen a los germanos. Romperán las cadenas y los yugos y partirán como favoritos para hacerse con el primer lado de Europa. Ante ellos, tras las dos batallas, la final, la que decidirá si levantan el tesoro de la orejona.
El sueño colchonero, que lo ven posible, es ver a Neptuno imponiéndose en el mar y llevando su barco, su tesoro, hasta la libertad. La ley es la fuerza y el viento, la intensidad y el nunca rendirse, la única patria la mar…ea colchonera, estén o no, que empujará a los suyos. Esta Champions puede navegar hasta el Manzanares.