Cardassar, el equipo que superó al agua para poder recibir al Atlético de Madrid
Por Quim Ferré
El Club Esportiu Cardassar es un equipo de fútbol con sede en el municipio mallorquín de San Llorenç des Cardassar, en el que viven 8.000 habitantes. Su estadio, Es Moleter, tiene capacidad para 610 personas, pero hoy se llenarán la mitad por las restricciones sanitarias a tenor del Coronavirus.
Los hombres de Miquel Àngel Tomàs, que no ha escondido su amor por el Atlético de Madrid, querrán seguir apelando a la épica como ya han hecho en las anteriores eliminatorias. Y es que las fases previas se han resuelto desde los once metros tras tablas en el electrónico, con lo que la forma en la que se ha llegado hasta aquí ya resulta especial.
Hay que hacer un viaje en el tiempo hasta el 1 de agosto, cuando una eliminatoria a partido único entre les negriamarillos y la Penya Esportiva Sant Jordi terminó con empate (1-1). Jaume Fernández les adelantó, pero posteriormente Daisuke Uemura empató para los de Sant Jordi de ses Salines. En los penaltis, Javier López fue el único que erró del Cardassar, imponiéndose por 5 a 4.
Superada la Previa Territorial, tocó verse las caras con la Asociación Deportiva Club de Fútbol Épila, de la Comunidad de Aragón, donde no hubo goles en todo el encuentro disputado el 11 de noviembre. No erró nadie de los baleares, mientras que dos de los aragoneses no pudieron transformar sus lanzamientos. De este modo, el CE Cardassar superó la Previa Interterritorial y accedió a la primera ronda.
El sorteo de los emparejamientos que comenzaron ayer y terminaran mañana se celebró el 16 de noviembre, día en el que el propio club ya revistió de "noche histórica" el día que ejerciesen como anfitriones ante el Atlético de Madrid. Lo cierto es que, independientemente del resultado, será una noche muy especial para el club y para la localidad, que estará en el mapa por unos días recibiendo a un equipo fijo en Liga de Campeones.
El Cardassar es un ejemplo de superación, dado que logró salir adelante después de que se le embarrase el campo con motivo de las inundaciones que se dieron en 2018. Fueron tres meses de gran trabajo en los que se consiguió adecuar la estructura para volver a jugar allí, teniendo que mudarse provisionalmente a otro estadio. Más de dos años después, ese mismo lugar que se vio tan afectado por la situación climatológica por entonces, recibirá a los rojiblancos.