Cada vez hay que hacer menos méritos para ser refuerzo del Club Atlético Boca Juniors
Ya es oficial: el volante central Esteban Rolón y el delantero Norberto Briasco, ambos procedentes de Huracán, se harán la revisión médica y si no existen inconvenientes físicos serán nuevos refuerzos del Club Atlético Boca Juniors.
No es por caerle a ninguno de los dos futbolistas ni tampoco a Nicolás Orsini, quien hace días se convirtió en la primera incorporación del club "Xeneize" dirigido por Miguel Ángel Russo, pero en los nombres que concreta la institución azul y oro está una de las respuestas sobre su indiferente presente.
No es mi objetivo ponerme melancólico ni afirmar que todo tiempo pasado fue mejor, pero para Boca así parece serlo: antes los jugadores tenían que hacer muchísimos más méritos para llegar a vestir la camiseta azul y oro, era un objetivo prácticamente inalcanzable para cualquier futbolista de Argentina, a menos que se tratara de un diferente o de alguien que realmente lo merecía por haberla descosido durante un tiempo prolongado en otra entidad.
Revisemos, por ejemplo, los datos del nuevo "9" de Boca, Orsini: si bien se destacó anteriormente en Sarmiento de Junín, lo que le permitió la chance de llegar a Lanús y responder con goles para contribuir a que el "Granate" llegara a la final de la Copa Sudamericana ante Defensa y Justicia, sus números dicen que marcó 9 goles en 32 partidos, por lo que necesitó más de dos encuentros completos para convertir una vez.
Vayamos al caso de los dos jugadores que llegarán del "Globo": Rolón es un buen '5', sí, cumplidor, y de hecho Boca lo había pretendido y mucho en la última ventana del mercado. ¿Puede funcionar? Sí, puede funcionar, no estoy diciendo que es un futbolista que ya tiene la suerte echada, pero es que ni siquiera viene de romperla en su equipo.
Una cosa es ser de lo más parejo de tu XI, y de hecho Rolón lo era junto a Briasco en el conjunto "Quemero", pero ninguno de los dos se destacó a nivel torneo como para decir "Che, este sí está para dar el salto ya, no puedo creer como sigue en este club...".
Eso me pasa por la mente cada vez que un club como Boca, de los más importantes que tiene América, incorpora a un jugador no te digo del montón, pero que en mi opinión no ha hecho los méritos suficientes para merecer semejante posibilidad, sobre todo comparándolo con años y planteles anteriores: se ha desprestigiado mucho la camiseta, se ha bajado la vara sustanciosamente.
Ojalá puedan superar la presión que significa vestir con entereza semejante casaca, y que puedan estar a la altura de las circunstancias porque no deja de ser un trabajo y ellos no dejan de ser personas, pero es un pensamiento que me viene rondando la cabeza hace tiempo y me pareció idóneo compartirlo.