Brasil vs Argentina: un bochorno histórico que mancha el fútbol
Brasil y Argentina se encontraron en la fecha 6 de las eliminatorias de CONMEBOL rumbo a la Copa del Mundo Catar 2022. Sin embargo, solamente se pudieron disputar seis minutos de la reedición de la final de la Copa América 2021 después de que agentes del Ministerio de Salud brasileño irrumpieran en la cancha e interrumpieran el partido. Este, sin duda alguna, es uno de los papelones más grandes en la historia del futbol profesional.
De acuerdo con los primeros reportes, la suspensión del duelo se dio debido a la alineación de Giovani Lo Celso, Emiliano Martínez y Cristian Romero, futbolistas involucrados en la polémica de la Premier League y su negativa de prestar jugadores a las eliminatorias sudamericanas con el pretexto de la pandemia de COVID-19. Emiliano Buendía, el otro jugador que milita en la liga inglesa, permaneció en el banquillo.
A los seis minutos del encuentro el árbitro venezolano Jesús Valenzuela suspendió el partido después del ingreso del personal de la ANVISA (Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil). Y los ojos del mundo se volvieron a posar sobre la CONMEBOL, pero por las peores razones. Lo que pasó este 5 de septiembre en la cancha del Arena Sao Paulo no se puede terminar de entender.
Antes de arrancar el clásico sudamericano, las autoridades de FIFA y Conmebol habían dado luz verde para que los elementos de la albiceleste tuvieran actividad en el sexto partido de la eliminatoria. Los cuatro futbolistas argentinos, protagonistas de este galimatías, acordaron con sus respectivos clubes su participación en la eliminatoria, con la condición de solamente disputar dos de los tres partidos de la Fecha FIFA.
Todavía no existe un posicionamiento oficial por parte del máximo organismo del futbol ni de la confederación. Según las autoridades brasileñas, para prevenir la propagación de COVID-19, las personas que hayan estado en los últimos 14 días en Reino Unido, Sudáfrica, Irlanda del Norte e India deben de cumplir una cuarentena de dos semanas antes de entrar a Brasil.
Lo que ha sucedido este domingo en Sao Paulo ha sido verdaderamente bochornoso. El futbol sudamericano vuelve a mostrar su lado más sombrío y absurdo. La pelota se volvió a manchar en esta disputa de poderes en la que no gana nadie. El futbol pasó a un segundo o tercer término este día. Este puede ser un precedente peligroso para el futbol internacional como lo conocemos, cualquiera que sea su desenlace.
Es prácticamente imposible saber dónde inicia la política y dónde termina el futbol. ¿Por qué las autoridades brasileñas se esperaron hasta los seis minutos del partido para proceder? ¿Por qué no antes de que iniciara el encuentro? En este momento hay más preguntas que certezas. Este es un duro golpe del que será difícil recuperarse. El futbol pierde credibilidad y si esto pasa, pierden todos.
Pasan los minutos y todavía no hay resolución. El duelo todavía no se suspende oficialmente. Cualquiera que sea la resolución, esto se ha ido de las manos. Al parecer en Brasil se pueden incumplir todos los protocolos sanitarios sin sanción alguna, siempre y cuando uno no se atreva a meterse al terreno de juego.