Bartomeu sigue destrozando al Barcelona a un año después de su dimisión

Josep Maria Bartomeu en la presentación de Pedri
Josep Maria Bartomeu en la presentación de Pedri / Quality Sport Images/Getty Images
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 Cuando parecía que la era Bartomeu acababa con la vuelta de Joan Laporta a la presidencia, el ex presidente del club vuelve a atacar a través de efectos secundarios provocados por una gestión paupérrima que pasará a la historia como una de las peores directivas de todos los tiempos.

Josep María ha convertido a uno de los mejores equipos de la historia en una entidad sin rumbo, endeudada hasta las trancas, sin margen de maniobra y con un futuro por delante del que se espera de todo menos buenas noticias. Mucho hay que querer al Barcelona, y de forma muy inconsciente, para ser optimista a corto plazo durante el próximo lustro.

La inversión de Bartomeu en los fichajes de Griezmann, Dembélé y Coutinho, así como el pago de sus salarios son uno de los principales motivos por los que Leo Messi no puede seguir en el Barça. Entre los tres cobran una cifra bastante mayor de la que Messi estaba dispuesto a aceptar. Además sus fichajes se financiaron con la venta de Neymar, dinero que debía servir para restructurar el club y comenzar un proyecto deportivo desde la base.

En la rueda de prensa de esta mañana a Laporta le han preguntado sobre el verdadero culpable del adiós de Messi, a lo que ha respondido lo siguiente: "La lista de culpables... La base de todo es la gestión de la junta anterior, es una situación que no se resuelve de hoy para mañana. Hemos tardado un par de meses en hacer la auditoría y vamos encontrando varias cosas con el BarçaGate, el Espai Barça, el BLM. Tendremos que actuar ante la mala gestión, nos cuesta entender cómo se tomaron estas decisiones. No quiero hacer victimismo. La normativa ya la conocíamos, pero ellos no me pueden hacer aceptar una operación que pensamos que pagan una tercera parte de lo que nosotros creemos. Entiendo que algunos clubs lo acepten, pero nosotros somos el Barça. No voy a hipotecar el largo plazo por el corto plazo. Nos plantamos. Esto tiene consecuencias, pero por encima de todo está la institución, el FC Barcelona”.

Hace casi un año de su dimisión y aún siguen rebrotando los últimos coletazos de su gestión. Una crisis histórica que ha obligado al Barça a cerrar la temporada con unas pérdidas de 447 millones de euros. Cifra que dará la vuelta al mundo y permitirá entender a todos los incrédulos el porqué del “adiós” más triste de la historia.