Bartomeu debería guardar silencio por su propio bien

Josep Maria Bartomeu, expresidente del Barcelona
Josep Maria Bartomeu, expresidente del Barcelona / Soccrates Images/GettyImages
facebooktwitterreddit

Cada vez que habla el expresidente del Barça crea revuelo en el entorno blaugrana. Bartomeu dejó ayer en una entrevista para Esport 3 algunas declaraciones sobre su gestión que no han pasado desapercibidas. El expresidente lamentó no haber actuado antes para renovar la plantilla y echó la culpa de la situación de las cuentas del Barça a la pandemia.

Si Bartomeu fuera inteligente, lo que haría es desaparecer de cualquier esfera pública y esperar que el Barça se recupere del agujero en el que está sumido, porque si no, toda responsabilidad y el enfado recaerán sobre él. Mientras siga apareciendo en medios, no dejará de provocar a los socios e incluso a los actuales gestores, que son los que realmente están sufriendo la nefasta administración que realizó la anterior directiva con Bartomeu al frente.

Divock Origi, Fabinho
La derrota en Anfiel debió suponer un cambio radical / Clive Brunskill/GettyImages

El Barça bajo el mando de Bartomeu solo ha improvisado. Tras la marcha de Luis Enrique y Neymar, Bartomeu no supo reformar el equipo. No acertó en entrenadores capaces de remodelar la plantilla, y tampoco supo invertir la multimillonaria cantidad percibida por la venta de Neymar. Valverde fue un buen entrenador para seguir compitiendo, pero el Barça necesitaba una renovación tras muchos años de éxitos. En cambio, la directiva encabezada por Bartomeu, decidió gastar cada año cantidades astronómicas por jugadores con precios inflados, Dembélé, Coutinho, Pjanic, Griezmann... son algunos de los nombres que no terminaron de encajar y han abierto un agujero negro en las cuentas del Barça.

La pandemia solo ha sido un clavo más en las dañadas cuentas del Barça. Ya antes de la llegada del COVID-19, la directiva realizó permutas de jugadores con otros clubes poder contabilizar las salidas como traspasos y dar una mejor imagen de las cuentas, de la que realmente eran. Uno de los ejemplos claros fue el realizado entre el Barça y Valencia, que intercambiaron a Cillessen y Neto, pero que en las cuentas reflejaron que eran operaciones distintas, algo que podría considerarse ilegal. Por todo ello, Bartomeu debería tratar de guardar silencio por su bien.