El Barça llega al Clásico con muchas preguntas y pocas respuestas
El gran partido que completó el Barça frente al Valencia el pasado fin de semana llenó de esperanza la mente de muchos culés que veían como el equipo cada vez jugaba mejor ofensivamente, con combinaciones veloces y una circulación a un ritmo que hasta entonces parecía desconocido para este Barça de Koeman.
Tres días después el equipo recibe en el Camp Nou a un rival inferior al Valencia como es el Dinamo de Kiev, y los jugadores son incapaces de llevar a cabo un encuentro similar al del fin de semana. De vuelta a las circulaciones lentas, terminar las jugadas con centros por una palpable falta de ideas, crear pocas ocasiones de gol…
En el aspecto defensivo el partido contra el Valencia fue bastante malo, y es que el conjunto ché se marchó del Camp Nou habiendo anotado un solo gol de milagro. En cambio, frente a los ucranianos el equipo culé mantuvo sus filas muy ordenadas y evitó que Marc-André ter Stegen tuviese que intervenir para salvar los muebles.
La solución parece evidente, el fútbol ofensivo del partido frente al Valencia unido al gran partido en defensa frente al Dinamo serían la combinación perfecta para intentar vencer el Clásico del domingo.
El Real Madrid llega al choque reforzado, pues tras el parón el único resultado que han obtenido es una victoria con una manita a domicilio. No será sencillo lograr un resultado conveniente para el Barcelona, pues a estas alturas de campeonato el Real Madrid ha demostrado ser un equipo mucho más fiable. Los culés deben tener en mente que con una victoria superarían a su máximo rival en la tabla.
Las espaldas por todo lo alto y es que aún no está nada dicho. Veremos cómo se desarrollan los acontecimientos, pero el Barça tiene que completar un partido muy bueno si quiere sacar algo positivo.