Bale vuelve (a complicar) al Real Madrid
Ya ha pasado un año. Quién lo diría. Un año desde la última vez que Bale vistió la elástica blanca. Los recuerdos todavía están muy recientes: “Wales, golf, Madrid”, los prismáticos en el banquillo, las bromas adormiladas… el humor galés que muy pocos entendieron en el Santiago Bernabéu. La falta de minutos y de actitud terminó con el bueno de Gareth en el norte de Londres. Salió cedido al Tottenham. Ha tenido claros y oscuros con los Spurs, pero los claros no han iluminado su continuidad ni han justificado su salario, por lo que el expreso de Cardiff ha regresado a Madrid. Hoy se incorpora al club para hacerse las pruebas médicas. Dentro de muy poco lo veremos sobre el césped a las órdenes de Ancelotti.
Todavía no ha llegado y ya ha revuelto todo en la avenida de Concha Espina. ¿Contará o no Ancelotti con él? Es la primera gran pregunta, la gran duda. Dependerá si el italiano se ve capaz de recuperarle y volver a exprimir su mejor versión. Pero si lo consigue, el Real Madrid deberá asumir una ficha demasiado alta para fichar un galáctico. Podría torpedear la llegada de Mbappé, las portadas se llenarían de “el fichaje del Real Madrid es Gareth Bale” y los madridistas… nadie sabe cuál sería su reacción.
Existe otra opción mucho peor, que Bale no convenza a Ancelotti, pero que tampoco quiera marcharse. Sus emolumentos son muy altos y muy pocos clubes pueden pagarle, ninguno quiere hacerlo tras sus últimas temporadas. Su única oportunidad de continuar ganando ese salario es continuar en el Real Madrid por las buenas o las malas. Nadie quiere llegar a esa situación, pero no es para nada descartable.
Este no es el único problema que maneja el Real Madrid con el regreso de Gareth Bale. Reino Unido ha consolidado su brexit y ya no pertenece a la Unión Europea. Inglaterra, Escocia y Gales no son de la UE y sus futbolistas ahora son extracomunitarios. El Real Madrid tenía los cupos llenos, no puede hacerle fichas a todos. Si Bale no sale, tendrá que vender. Algunos rumores ya apuntan a que Vinícius tendría las horas contadas.
Bale no pasará inadvertido. Un viejo rockero británico, tranquilo y problemático a la vez, en asuntos que ni tan siquiera se esperaba. Si recupera la ilusión, el madridismo estará agradecido, si continúa de vacaciones, los problemas arrasarán con el Bernabéu.