Aunque a muchos les pese, Vinicius debe ser indiscutible en este Real Madrid

Vinicius es la chispa que necesita el Real Madrid en ataque
Vinicius es la chispa que necesita el Real Madrid en ataque / Soccrates Images/Getty Images
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El once de Zinedine Zidane volvió a sorprender a propios y ajenos con la presencia de Rodrygo y Jovic en la delantera, una decisión que pocos esperaban, o incluso nadie, tras la imagen del equipo frente al Cádiz. Todo el mundo confiaba en que, pese a la cercanía del Clásico, el técnico francés apostase por su mejor alineación posible y ahí entra, si o si, Karim Benzema y un Vinicius Junior que se ha ganado el calificativo de insustituible.

Zidane volvió a introducir novedades en el once sin éxito
Zidane volvió a introducir novedades en el once sin éxito / Soccrates Images/Getty Images

El Real Madrid completó una primera parte nefasta, como sucedió el pasado sábado en LaLiga, en su estreno en esta Champions League, dejando unas sensaciones muy similares en cuanto a falta de intensidad y dificultades serias para crear peligro. El Shakhtar Donetsk, por su parte, no perdonó y aprovechó las ocasiones que tuvo para irse al descanso con el 0-3 en el marcador, un resultado que a la postre sería insalvable.

Una vez más, ante el fallo en sus elecciones de inicio, Zidane comenzó a introducir cambios desde bien pronto tras el descanso. Benzema fue el primero en saltar al terreno de juego y solo su presencia, además de la charla del entrenador en el vestuario, hizo cambiar la cara al equipo. La dejadez, por unos cuantos minutos, se tornó en ganas y todos dejaron de andar para correr, intimidaron más en ataque, apretaron en la medular y salvaron los muebles atrás.

Vinicius demostró a Zidane que debe ser indiscutible en el once
Vinicius demostró a Zidane que debe ser indiscutible en el once / Soccrates Images/Getty Images

Pero, sin duda alguna, el hombre que cambió por completo el signo del partido fue Vinicius Junior, que entró en el 59 y no se lo pensó dos veces: chocó las manos con Jovic, corrió a presionar, forzó el fallo, robó el balón y lo mandó al fondo de la red para hacer el segundo tanto merengue. Una inyección de moral y ánimo que, en general, duró poco, pero al brasileño le llevó a ser mucho más afilado, vertical y, en consecuencia, peligroso.

Vinicius hizo lo que mejor sabe hacer: encarar una y otra vez a su par, y la mayor parte de las veces dejar a uno o dos rivales por el camino. La fortuna no le volvió a acompañar pues se encontró con siempre con un rival más del bien colocado Shakhtar, pero dejó claro a todos, sobre todo a Zidane, que, mientras le respete el físico, no puede estar en el banquillo. El carioca fue la chispa que necesitaba este Real Madrid estático, aunque hoy su fogonazo no sirvió para remontar el partido.