Así es el amor: la historia entre Messi y Barcelona se terminó con una tragedia en Lisboa

La última función de Lionel Messi con la 10 del FC Barcelona fue en aquel fatídico partido de cuartos de final ante Bayern: 2-8 en la Champions League. Su destino parece ser Inglaterra. Pero eso es lo de menos: él y el 'Blaugrana' no se merecían este final.

Las cosas del destino. Esas jugadas sucias que a veces nos depara la vida. Nos da lo que no merecemos y nos quita lo que nos hace felices. Eso le pasó a Lionel Messi en su última función con la camiseta del FC Barcelona. Con esa 10 que supo lucir durante más de 10 años. Esa que heredó luego de que un tal Ronaldinho partiera de Cataluña.

Las cosas del destino quisieron que Messi diga adiós después de un estrepitoso 2-8 frente a Bayern Münich en la UEFA Champions League. Ese fue el detonante para que dijera basta, para reconocer que estaba vacío por dentro, que nada de aquel mítico equipo que ganó todo ha quedado y que ya no tenía nada por hacer.

Como cuando una relación extensa y amorosa se termina. Como cuando pensamos y sabemos que vamos a extrañar todo lo lindo que vivimos pese a que decidamos cambiar de rumbo. Como esa pareja que se abraza en un último momento emotivo para luego decir adiós. Así está Messi. Así está Barcelona. Y la goleada en contra fue la coyuntura perfecta para esta imperfección.

La imperfección es su adiós. Su hasta siempre, porque suena utópico que algún día regrese a Barcelona teniendo en cuenta que se va a los 33 años de edad y en los últimos años de su carrera. Messi dice adiós, Barcelona lo extrañará. Sus hinchas ya lo lloran. Han perdido a la figura, a su referente. Han perdido a Messi. Y Messi los ha perdido a ellos. Pero el hilo rojo siempre los unirá. Porque así es el amor. A veces duele.