América: ¿Pachuca puso el último clavo en el ataúd de Santiago Solari?
América está viviendo su peor inicio de campaña en años. El equipo azulcrema tiene una pobre cosecha de puntos después de seis jornadas del torneo Clausura 2022 de la Liga MX y registra una sola victoria desde el 23 de octubre de 2021. El conjunto dirigido por Santiago Solari ha tocado su punto más bajo tras perder de manera categórica ante Pachuca en la jornada 6. Los capitalinos encajaron su cuarta derrota en el semestre.
En la cancha, los de Coapa son un fantasma. Un club sin alma. El equipo muestra poca hambre, conjunción e idea de juego. Su defensa es frágil, su arquero está lejos de su mejor nivel y su delantera carece de verticalidad y creatividad. Fuera de la cancha también se han acabado las ideas. Parece que el discurso del técnico ya no pesa más. La base del equipo no ha rendido y los refuerzos han estado lejos de dar lo que se esperaba de ellos.
El desastroso inicio de temporada del América también es responsabilidad de la pobre planeación de la plantilla. Sin embargo, Santiago Solari es el máximo responsable de la actual crisis de las Águilas y también es el eslabón más débil. La presión por parte de los seguidores azulcremas y los medios de comunicación crece más con cada partido que pasa. A la par, los argumentos para defender la gestión del 'Indiecito' se van acabando.
La paciencia está a punto de acabarse. Y el equipo no muestra ninguna mejoría. Al contrario, América cada vez luce más endeble. ¿El discurso del 'Indiecito' se ha acabado? Solari es el principal señalado por el pésimo desempeño de las Águilas este semestre. Su puesto al frente de la entidad americanista se tambalea a pesar de haber sido el equipo que sumó más puntos durante 2021. La directiva azulcrema ha indicado que no tiene plan B y que apostarán por el argentino hasta final de temporada.
Pero en el futbol mexicano nada está escrito sobre piedra. La derrota ante Pachuca puede ser el último clavo en el ataúd de Solari. Más allá de lo que pase, hay que recordar que la crisis es responsabilidad de la directiva y el cuerpo técnico, pero también de los jugadores, mismos que han quedado a deber en la cancha.