Al final, Messi tenía razón: este Barcelona no dará el nivel en la Champions League
Han pasado muchos meses desde aquellas polémicas declaraciones de Lionel Messi en las que el argentino aseguraba que tal y como rendía el Barcelona no podrían competir por conquistar la Champions League. Salvo algún destello de buen fútbol como el partido en Villarreal, nada ha cambiado. Los culés no carburan y no interiorizan la idea de Quique Setién. Además, para colmo, tienen problemas y revoluciones en el vestuario y fuera de él, cada tiempo de hidratación es un cuadro. Así no podrán pelear por el trofeo continental.
El Barcelona tiene muchísimos problemas. Cada día surge un nuevo matojo en el Camp Nou dispuesto a distorsionar y estropear el movimiento de balón, incluso en la victoria. Ayer, pese a ganar al Espanyol, el encuentro fue una evidencia más de lo que los culés no son capaces de hacer. Ganaron por la mínima con un gol de rebote y terminaron encerrados en su área y con la gota de sudor. Si no llega a estar Ter Stegen, el resultado incluso podría haber sido otro. Un derbi es un derbi, sí, pero los pericos, colistas, ya habían bajado virtualmente y los culés pelean por el título. Ninguna excusa es válida.
El resultado de ayer no es el único mal síntoma de los de Quique Setién, lo verdaderamente preocupante es el juego. Los culés no son capaces de mover el balón con velocidad. El esférico se mueve entre centrales y laterales sin generar peligro y a un ritmo monótono incapaz de divertir a nadie. Puede que sí encontraran espacios contra el Villarreal, pero hay que recordar que los amarillos han encajado 45 goles en 35 partidos, no destacan precisamente por su habilidad defensiva.
La lentitud es la gran protagonista de los blaugranas. Las transición son lentas, el balón circula con dejadez y los jugadores no alcanzan cotas altas de velocidad. Muchos ya han superado la treintena y sus facultades físicas han empezado a caer. Otros no pueden apretar porque saben que tendrán que vivir la aventura en solitario, incluso sin el balón. Miren a Ansu Fati.
Este y no otro será su gran pandemia en la Champions League. No importa que sea atípica, menos todavía que algunos equipos lleven meses sin competir. Europa es Europa y los clubes dan lo máximo y salen enchufadísimos. Mucho tiene que cambiar en la Ciudad Condal para que los blaugranas no sean superados por todos lados. Actualmente no son capaces de igualar al rival ni en juego, ni en velocidad, ni en intensidad. Puede que Lisboa sea la puntilla de Setién.