Adama Traoré trae consigo un nuevo estilo para España

A la tercera convocatoria, Adama Traoré debutó con la selección española. Lo hizo a lo grande, dejando una buena media hora - entró en la segunda parte - y con a sensación de que con él, España puede jugar a otra cosa.

Ha costado verle con la roja. Entre una inoportuna lesión y el coronavirus, se perdió las dos primeras oportunidades de ser internacional con España. Ayer dejó su impronta y su selló. Tanto a nivel defensivo como el ofensivo. Hizo o más bien dio al equipo todo lo que demanda el fútbol de hoy en día: velocidad y verticalidad.

Su debut ha sido un ejemplo de como se ha 'cocido' su carrera deportiva. A fuego lento, con más baches de lo esperado pero irrumpiendo en el momento justo. No triunfó en Barcelona y se tuvo que marchar a otros clubes de la Premier League hasta que explotó el año pasado en el Wolverhampton a los 23 años. Lo raro es que ningún grande de Europa haya ido ya directamente a por su fichaje.

Menos raro, después de lo visto ayer, es el hecho que apunta a ser titular. Más allá de los méritos que acumuló en el rato que estuvo en el césped, Luis Enrique quiere dar todo el protagonismo al fútbol por las bandas. España acusó en el pasado de ser lenta y previsible en ataque, ahora con Adama por la derecha y previsiblemente Ansu Fati por la izquierda, la forma de jugar evolucionará.

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