A Mascherano nunca lo vamos a olvidar
Por Daniel Szwarc
Más partidos jugados para la selección argentina que ningún otro jugador en la historia. Dos medallas doradas de Juegos Olímpicos, cuatro Copas del Mundo y otras cinco Copas América. Debutó con la celeste y blanca antes que con River. Fue campeón en el Millonario, en Corinthians y en el mejor Barcelona de todos los tiempos. Hoy no se despide uno más. Hoy cuelga los botines uno de los jugadores argentinos más importantes del siglo.
Hablar de Javier Mascherano es hablar de la selección argentina. Masche interpretó como pocos el significado que tiene vestir esa camiseta y la defendió como nadie. Líder desde el compromiso, el contagio y la entrega absoluta, fue titular indiscutido para cada uno de los entrenadores que pasaron por el cargo.
Bielsa llevaba tiempo siguiéndolo cuando lo hizo debutar en un amistoso ante Uruguay en La Plata allá por julio de 2003, días antes de que Manuel Pellegrini le diera la chance de estrenarse en River. Con el Loco fue campeón en Atenas y subcampeón en Perú 2004. Pekerman le dio el puesto de volante central en las Eliminatorias y en el Mundial de Alemania 2006 con solo 22 años. El Coco Basile lo llevó a la Copa América 2007, donde contribuyó con dos goles y jugó los 6 partidos que dejó a la selección una vez más en el 2º lugar. Batista lo eligió como uno de los mayores para Pekín 2008 y para Maradona fue "Mascherano + 10".
Con Sabella fue un guerrero. Lo "convirtió en héroe" a Chiquito Romero, pero el héroe fue él: para siempre quedará en la memoria aquella barrida sobre Robben que posibilitó la clasificación la final. Con Martino fue decisivo en dos nuevos subcampeonatos en Chile 2015 y Estados Unidos 2016. Bauza lo tuvo en cuenta y Sampaoli le confió la 5 aún cuando ya hacía tiempo que no se desempeñaba en esa función. Ya con 34 años y con 15 de experiencia en la selección, la caída ante Francia en los octavos de final de Rusia 2018 fue el punto final de una trayectoria intachable con la camiseta que más lo marcó.
Pero Masche fue mucho más que la selección y él supo dejar su sello en cada club por el que pasó. "A Mascherano nunca lo vamos a olvidar" cantó el Monumental una tarde de 2005 cuando junto a Lucho González se despidió del lugar que lo vio nacer. Fue campeón en Corinthians en un ciclo que lo hizo superar una gran cantidad de obstáculos, Ayudó a salvar a West Ham del descenso y se afianzó durante 4 temporadas en Liverpool, donde llegó a jugar una final de Champions League. Guardiola pidió por él en Barcelona y Javier entendió que con Busquets, Xavi e Iniesta, debía reconfigurarse. Pasó a jugar de central, fue campeón de todo y se mantuvo en un altísimo nivel en uno de los mejores equipos del mundo durante 8 temporadas. El Hebei Fortune chino fue su paso previo al regreso al país. Las rispideces que se generaron con los hinchas de River en el Mundial de Clubes 2015 lastimaron la relación con el Millo y su vuelta se dio en el Estudiantes de Verón tras un operativo de seducción de varios meses.
La pandemia lo desgastó más de lo pensado y desencadenó en esta decisión que hoy nos hace repasar y valorar la enorme carrera de este enorme jugador. Comienza una nueva etapa en su vida, ya lejos de la exigencia del fútbol profesional. Nosotros de por vida agradecidos por todo lo que dio.