A Koeman se le escapó de entre los dedos la opción de seguir en el Barcelona
Por Pablo Falcones
El Barcelona dijo ayer adiós a sus opciones de ganar esta liga después de perder en casa contra el Celta (1-2). Una 'despedida' que seguramente traiga consecuencias en el seno del conjunto azulgrana, y la más importante puede que sea la que afecte al banquillo.
Porque Koeman ha nadado mucho, pero todo apunta a que morirá en la orilla. Después de la comida con Laporta del miércoles no dejó nada claro si seguirá en el club, y el holandés precisamente no es muy del gusto del nuevo presidente. No lo trajo él, ya que fue Bartomeu quien lo hizo, y ya se ha puesto en contacto con Xavi para intentar que sea él su nuevo entrenador.
Lo cierto es que el panorama del ex seleccionador de la 'oranje' era muy poco halagüeño cuando llegó. Cogió a un equipo en la ruina económica, institucional y deportiva. No había dinero para hacer fichajes (ni lo hay), su presidente se marchó apenas comenzaba la temporada y se venía de un año en blanco culminado con la bochornosa derrota contra el Bayern en Champions (2-8).
A todo esto añadan que tuvo que 'limpiar' el vestuario de las 'vacas sagradas' (Luis Suárez, Arturo Vidal y Rakitic, por ejemplo) y que le sacudió el 'terremoto Messi', cuando el argentino dijo que dejaba el club. Al final se quedó y un año más ha sido de largo el mejor jugador azulgrana, algo en lo que Koeman seguro que ha tenido que ver. Un Koeman que ha reactivado la cantera, por cierto.
En noviembre parecía que tenían la liga perdida. Sin embargo, se fueron levantando poco a poco y alcanzaron un punto de forma muy bueno, ganando incluso un título dos años después tras vapulear al Athletic en la final de la Copa del Rey (4-0). Hasta la derrota sorprendente de hace unas semanas contra el Granada en casa (1-2), también eran favoritos para ganar la liga.
Un hipotético título habría dado a Koeman muchas más opciones de seguir. Pero el equipo se ha venido abajo, sorprendentemente, al final. En el último esfuerzo. Se le ha escapado la liga de entre los dedos, y parece que a Koeman le ha pasado lo mismo con su continuidad.