A Griezmann se le ha agotado el crédito: tiene que salir del FC Barcelona

El FC Barcelona volvió a caer en Champions. En París ofreció una versión digna pero eso no fue suficiente y la renovación del equipo sigue siendo necesaria. Mucho se habla de jugadores como Piqué, Jordi Alba o Sergio Busquets a los que hay que buscar un remplazo de manera urgente, y si para fichar primero hay que dejar salir que empiecen por Antoine Griezmann. El francés está disputando su segunda temporada en el Camp Nou y todavía estamos esperándole.

De aquel Griezmann que vimos en el Atleti y del que vemos con la selección francesa, en el Barcelona no hay ni rastro. Sus partidos buenos son contados, pero un jugador de su talla mundial, que costó 100 millones y que tiene el segundo sueldo más alto de la plantilla no está en un club como el Barcelona para hacer buenos partidos contra equipos de la zona baja de la tabla y borrarse en el resto. A Griezmann no le hemos visto echarse el equipo a la espalda ni contra el Madrid, ni contra el Atleti, ni en las eliminatorias de Champions. Más bien al revés. Cuando llegan esos partidos en los que los grandes cracks mundiales tienen que demostrar por qué son los mejores, el galo ha mostrado su versión más gris sin aportar prácticamente nada ni al juego del equipo ni al resultado. Y para tener un jugador así es preferible darle una salida antes de que se siga devaluando y tengan que malvenderlo. Y ya de paso se ahorran una de las fichas más altas.

Parecía que Ronald Koeman había entendido a Griezmann y con él podría ser el jugador que todos esperaban cuando aterrizó en el Barça, pero nada más lejos de la realidad. Ni las oportunidades ni los toques de atención le han servido a este futbolista que no encuentra su sitio en el Barcelona y deambula por el terreno de juego como si fuese una isla. Si pagas 100 millones por un jugador es para que su rendimiento sea inmediato y no puedes estar dos años esperando por él. El Madrid aguantó mucho a tiempo a Bale, pero él pudo vivir de las rentas de sus goles en la Copa del Rey y la final de la Champions, pero Griezmann no tiene ni eso y su crédito ya se ha agotado. Como la paciencia de muchos aficionados. Por el bien del Barcelona, tanto a nivel deportivo como a nivel económico, y por el futuro del propio jugador, lo mejor es que pongan fin a su relación cuanto antes. No todos los jugadores se adaptan a cualquier equipo y a Griezmann el Barcelona le ha venido muy grande.

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