A 2 años de la trágica muerte del argentino Emiliano Sala: quién fue, cómo falleció y cómo sigue la investigación
Hoy se cumplen dos años del trágico 21 de enero de 2019, cuando a las 19.15 partió desde el Aeropuerto de Nantes Atlantique un avión manejado por el piloto Dave Ibbotson que transportaba al futbolista argentino Emiliano Sala rumbo a Cardiff, en donde se uniría a su nuevo club.
Luego de una hora y 15 minutos de vuelo Ibbotson solicitó un descenso de emergencia en la isla de Guernsey, ubicada en el Canal de la Mancha, e instantes luego los radares perdieron todo contacto con ellos.
Allí se inició una búsqueda tensa y larga, que debió ser interrumpida en varias ocasiones por las malas condiciones climáticas en la zona, a lo que se sumó el negativismo de las autoridades locales: "Suspenderemos durante algunos días la búsqueda del cuerpo, ya que las posibilidades de supervivencia son extremadamente remotas", se llegó a afirmar.
A partir de ese momento, jugadores tanto argentinos como de otros países del mundo se unieron en redes sociales para pedir encarecidamente que no dejen de buscar al cuerpo de Emiliano Sala, quien había sido transferido al Cardiff City procedente del Nantes de Francia, soñando con seguir convirtiendo goles para crecer en su carrera europea.
Gonzalo Higuaín y Juan Pablo Sorín fueron algunos de los que se expresaron en redes, en una movilización mundial que encabezó su hermana Romina: "Por favor, que los sigan buscando, que no paren. Sé que están vivos y nos están esperando", deslizó entre lágrimas.
Una vez confirmada la peor noticia el 3 de febrero, ya con el cuerpo de Emiliano Sala encontrado, el mundo del fútbol volvió a manifestarse: Gabriel Batistuta, Sergio Aguero, Javier Mascherano y Lionel Messi fueron algunos de los que enviaron sus condolencias tanto a sus familiares como amigos.
“El vuelo no se realizó de acuerdo con las normas de seguridad aplicables a las operaciones comerciales. Esto se manifestó en el vuelo operado bajo las reglas de vuelo visual (VFR) durante la noche en condiciones climáticas adversas”, fue una de las conclusiones redactadas en el informe final.
“El piloto no tenía entrenamiento en vuelo nocturno y falta de práctica reciente en vuelo por instrumentos", se añadió sobre Ibbotson, aunque también se afirmó que el problema pudo haber tenido que ver con un escape de gas, que derivó en un envenenamiento por monóxido de carbono.
“Las pruebas de toxicología encontraron que el pasajero tenía un alto nivel de saturación de COHb (el producto combinado de monóxido de carbono y hemoglobina). Se considera probable que el piloto también hubiera estado expuesto al monóxido de carbono. La exposición al monóxido puede generar daño en el cerebro, corazón y el sistema nervioso”, complementó la Air Accidents Investigation Branch (AAIB).
"No había un detector de CO con una advertencia activa en el avión que pudiera haber alertado al piloto de la presencia de CO a tiempo para que tomara medidas de mitigación”. De haber advertido a tiempo la presencia del gas, la tragedia se podría haber evitado. Siempre te recordaremos, Emiliano.