El fútbol femenino, cada vez más aclamado por los aficionados

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Hoy, 8 de marzo, es el Día Internacional de la Mujer. Una jornada de lucha, destinada a ensalzar el papel y la importancia de las mujeres hoy en día en nuestra sociedad. Un colectivo que, a pesar de ser el más numeroso del planeta, siempre ha tenido cierto deje minoritario y muchas veces se ha visto defenestrado por el machismo.

No obstante, esta dinámica está cambiando, y también lo está haciendo en el mundo del fútbol. Este deporte, en su versión femenina, es un fenómeno que no deja de crecer y que desde hace un par de años ha aumentado mucho el impacto mediático del mismo. 

El Mundial que se disputó el pasado verano en Francia nos da datos que así lo atestiguan. Fue el más seguido de la historia de este deporte. La final entre la Estados Unidos de Megan Rapinoe y la Holanda de Lieke Martens (2-0) batió récords de audiencia, y en todo el mundo fue seguido por unos 1.000 millones de personas, algo impensable hace algunos años.

La selección española, a nivel particular, también ha demostrado una progresión sobresaliente en los últimos dos años. Por primera vez en su historia jugó un Mundial en el país galo, y no sólo eso sino que tuvo una participación notable al pasar la fase de grupos y alcanzar los octavos de final, en los que perdió por culpa de dos penaltis ante la propia Estados Unidos (2-1).

El año pasado se batieron dos récords de asistencia a un partido de fútbol femenino en nuestro país. Primero hubo 48.121 espectadoras que presenciaron el partido entre el ​Athletic de Bilbao y el ​Atlético de Madrid de cuartos de Copa de la Reina (0-2) y luego hasta 60.739 fueron a ver el Atlético de Madrid-​Barcelona de la Liga Iberdrola (0-2). Datos, repito, que demuestran el auge de este deporte también en nuestro país.

Otro hecho que prueba el mayor impacto del fútbol femenino fue la entrega del Balón de Oro de esta temporada. Por primera vez en la historia, se hizo el mismo día que se le entregaba al Mejor Jugador Masculino del año. Megan Rapinoe pudo recogerlo en el mismo estrado que su ídolo, ​Leo Messi.

Aún hay cosas a pulir, como la creación en la Liga Iberdrola del Convenio Laboral que exigieron las jugadoras a la AFE y que las llevó a convocar una huelga en octubre. No obstante, es innegable que el crecimiento y la importancia que el fútbol femenino ha adquirido en los últimos dos años ha sido impresionante. Que siga así.