La MLS sigue estando a kilómetros de la Liga MX

Comenzó una nueva edición de la Liga de Campeones de la Concacaf con la misma historia de siempre: la ​Liga MX por encima del resto. Y es que uno de los candidatos más fuertes para romper 14 años de hegemonía azteca sobre este título son (o eran) Los Ángeles FC, el equipo sensación de la MLS, ganadores del Supporters Shield el año pasado, pero que no pudo contra el ​Léon de Ignacio Ambriz y se llevan dos goles en contra para recibir la vuelta la próxima semana. 

Este resultado es un nuevo balde de agua fría directo a los corazones de los hinchas estadounidenses, quienes cada temporada empiezan con la ilusión de competir de tú a tú con los equipos de México, pero que cada año se llevan a casa el mismo resultado, salvo una que otra sorpresa en el camino. 

Es necesario mencionar que no es 100% justo hacer la comparación entre dos ligas según un partido, y mucho menos si tenemos en cuenta que el LAFC (como todos los equipos de la MLS) llegan a la CONCACAF Champions League en plena pretemporada, mientras que los clubes de la ​Liga MX inician después de disputar 6 jornadas del torneo oficial; por lo que la falta de ritmo y el ritmo de competencia es carente e influye en el resultado final.

Este problema no es de México, ni de su liga y mucho menos del ​la Fiera, pues bajo este reglamento se rigen todos los equipos estadounidense y son las mismas normas que siguen y respetan desde hace tiempo. Las mismas que los ha hecho crecer y que esperan mantener con el objetivo de mejorar internacionalmente y ganar, algún día, un título continental, como lo hizo el Galaxy en el 2000 contra el Olimpia de Honduras, el último campeón (de dos) norteamericano. 

Si son fieles a su reglamento tendrán mejoras sostenidas, mejores jugadores y eventualmente un mejor análisis táctico; sin embargo, por ahora eso no les basta para competir con los equipos mexicanos y el partido del martes por la noche entre León y Los Ángeles fue la prueba más dura que se pudo presentar. 

El LAFC debió salir aniquilado de Guanajuato, pero de alguna forma llegan con vida, esperando hacer un milagro para clasificarse a la fase final de la CONCACAF Champions League, porque eso es: un auténtico milagro. No demostraron un juego claro en conjunto y aunque tienen la teoría de la táctica, ejecutarla les sale de forma desastrosa. 

Al LAFC le hace falta mucho trabajo y mucho rodaje, pues incluso sin dos de sus mejores hombres (Diomande y Atuesta), el fútbol de este equipo es de otra categoría. ¿Por mucho tiempo? tal vez no, pero a este ritmo y con este calendario, el escenario siempre será más complicado.

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