El partido ante Eibar será recordado como el día en que nació la 'MSG'
Por Adrían Marcos
Once partidos oficiales, nueve jornadas de La Liga y dos de la Champions League, han necesitado Leo Messi, Luis Suárez y Antoine Griezmann para encontrar la manera de conectar sobre el terreno de juego. El encuentro disputado entre el Eibar y el FC Barcelona el 19 de octubre de 2019 en Ipurúa será recordado como el momento en el que verdaderamente nació la 'MSG', una asociación que los culés esperan dure mucho tiempo y brinde muchos títulos.
El nuevo tridente ofensivo del conjunto azulgrana no había terminado de entenderse correctamente hasta el momento, bien porque alguna de las piezas faltaba o porque la adaptación del recién llegado estaba en proceso. El delantero francés debía sumarse a un binomio casi perfecto que lleva varios años deleitando a la afición 'barcelonista' y para ello los tres tenían que entender su rol en el tercio más ofensivo del campo.
Ayer, ante el Eibar, esto último sucedió y el resultado se vio claramente reflejado en el juego del equipo, y por consiguiente en el marcador final. Suárez no tuvo que cambiar notablemente su papel y trató de descargar los balones que recibía a las bandas, donde sus compañeros esperaban para atacar. Tanto en la izquierda como en la derecha, essi y Griezmann entendieron que debían dejar el centro al uruguayo y atacar ellos la espalda y los flancos de una defensa adelantada para marcar la diferencia.
El nuevo tridente ofensivo del conjunto azulgrana no había terminado de entenderse correctamente hasta el momento, bien porque alguna de las piezas faltaba o porque la adaptación del recién llegado estaba en proceso. El delantero francés debía sumarse a un binomio casi perfecto que lleva varios años deleitando a la afición 'barcelonista' y para ello los tres tenían que entender su rol en el tercio más ofensivo del campo.
Ayer, ante el Eibar, esto último sucedió y el resultado se vio claramente reflejado en el juego del equipo, y por consiguiente en el marcador final. Suárez no tuvo que cambiar notablemente su papel y trató de descargar los balones que recibía a las bandas, donde sus compañeros esperaban para atacar. Tanto en la izquierda como en la derecha, essi y Griezmann entendieron que debían dejar el centro al uruguayo y atacar ellos la espalda y los flancos de una defensa adelantada para marcar la diferencia.
El saber hacer de los tres de arriba permitió que brillase también un Frenkie de Jong que se asemejó mucho al del Ajax de Amsterdam, con mayor libertad para moverse y generar peligro. El holandés complementó a la perfección al tridente, que por fin encajó a la perfección para hacer que el engranaje del FC Barcelona funcionase al cien por cien, como se vio claramente en el segundo gol culé. Los tres marcaron, los tres se encontraron en varias ocasiones, el tridente conectó cuando más necesario era y encaminó al equipo hacia el triunfo, hacia el liderato de La Liga.