5 razones por las cuáles Javier Aguirre aún no puede imprimir su estilo en Rayados de Monterrey
Por Benjamín Guerra
El Vasco Aguirre regresó al fútbol mexicano tras casi dos décadas, no ha tenido un mal desempeño con el conjunto de la Sultana del Norte en sus primeros seis encuentros, pero evidentemente con la calidad de plantel que posee se espera mucho más.
Ante esta situación, nombramos cinco puntos por lo que quizá, aún no ha podido poner su sello en los Rayados de Monterrey en su regreso al balompié azteca.
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1. Muchas modificaciones en el once inicial
En su último compromiso en la jornada 7 ante los Rayos de Necaxa, el 'Vasco' realizó varias modificaciones respecto a sus partidos anteriores, tanto en la alineación como en el planteamiento, muchos de sus pesos pesados fueron suplentes, algo bastante extraño.
2. Los severos cambios de planteamiento
Digno de cualquier partido de pretemporada, en el encuentro ante los Rayos al minuto 58' tomó la decisión de hacer cuatro cambios consecutivos, algo bastante inusual tomando en cuenta que era la fecha 7 y no hay algún tema de sobrecarga física en su jugadores.
3. Su adaptación
Si bien no es la primera vez de Javier Aguirre en el fútbol mexicano, la realidad es que casi 20 años, la liga cambió muchísimo y él mismo lo dijo en entrevistas previas a aceptar arribar a Monterrey, él mismo confesó que dejó de seguir el balompié y apenas poco a poco está comenzando a reconocer el entorno.
4. Su equipo no aprovecha las oportunidades
El Vasco Aguirre sabe de la capacidad del plantel que tiene, y es un equipo con bastantes armas ofensivas, generan mucho peligro a sus rivales en ese aspecto y en los partidos se ve ese entusiasmo por ir al frente, pero en varias ocasiones no se logran consolidar las muchas oportunidades que se tienen.
5. La mentalidad
El plantel regiomontano cuenta con muchos futbolistas de experiencia y jerarquía (Sánchez, Laýun, Pabón, Funes Mori, entre otros), por lo que, se espera mucho más de un equipo que tiene este tipo de jugadores. se debe tener una inteligencia emocional más elevada y poder contagiar a sus compañeros más jóvenes.